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Cine Braille

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Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia

¿QUÉ SE PUEDE HACER SALVO MIRAR LA COPA DEL MUNDO 2024?

En un artículo anterior se analizaron las primeras semanas de la Copa del Mundo 2024, que se disputa en forma desdoblada, con la Copa América y la Eurocopa desarrollándose en paralelo. Los dos campeonatos han avanzado, ya pasaron los cuartos de final y esta semana serán las semifinales. Aquí van unas líneas al respecto. Señor director, disponga usted de las cámaras.

 

EN FASE DE ELIMINACIÓN DIRECTA AUMENTA LA EXIGENCIA, Y ALGUNOS SE QUEDAN ATRÁS Austria había impresionado muy favorablemente en sus primeros partidos, pero acabó eliminada en octavos de final por la esforzada selección turca. Sufrió dos goles de pelota parada porque el arquero Pentz entendió literalmente la metáfora de que el arquero es el cancerbero: juega encadenado a la valla y no sale del área chica. Cuando Austria tuvo que salir a buscar el empate su prolijidad se transformó en intrascendencia, y en los minutos finales terminó haciendo lo que cualquiera, tirando centros. En la penúltima jugada del partido Günok, el cancerbero turco, logró la atajada del torneo, desviando un cabezazo a quemarropa de Baumgartner. La conclusión se escribe sola.
A Turquía le alcanzó la receta hasta cuartos de final, cuando tropezó con una valla más elevada, la de la selección de los Países Bajos. Se puso en ventaja con otro cabezazo más, se tiró atrás para aguantar el partido otra vez y, tras todo un segundo tiempo de asedio nerlandés, se lo dieron vuelta en seis minutos con un cabezazo de De Vrij y un gol a medias entre Gakpo y el defensor de nombre tolkeniano, Müldür. A partir de ahí los turcos de Vincenzo Montella se acordaron de atacar de nuevo, pero chocaron contra una noche inspiradísima del joven arquero Verbruggen. No diría que se vuelven a casa porque la enorme mayoría de su fervorosa hinchada estaba integrada por alemanes descendientes de turcos que vivieron toda su vida en Alemania, mal que les pese a sus vecinos de ascendencia germánica.
De Italia y Dinamarca ya no esperábamos mucho desde antes, pero sí de Bélgica, que se quedó afuera ante sus vecinos galos sin haber intentado otra cosa que aguantar el partido y tratar de acertar algún contragolpe. Y también esperábamos más de Estados Unidos como sede de una Copa América: los campos de juego son por lo general malos o discretos y parecen aún peores comparados con los de la Eurocopa, los horarios totalmente inapropiados en un verano en que las temperaturas no están tan lejos de las que hicieron que el campeonato mundial de Qatar se disputara entre noviembre y diciembre. Como prueba para los certámenes mundiales de clubes de 2025 y de selecciones de 2026 termina siendo una advertencia. Peor aún el nivel demostrado por la selección local y la mexicana, que van rumbo a organizar una Copa del Mundo para pasar papelones. Hasta Panamá demostró ser mejor equipo, lo que igual no le alcanzó para clasificar a semifinales porque...
... en el camino estaba la mejor selección colombiana en décadas, la de Luis Díaz y un James Rodríguez en un nivel estelar, el jugador más desequilibrante de la Copa América hasta ahora. Sí, Panamá es un equipo inferior, pero a los equipos inferiores hay que ganarles como hizo Colombia, marcando la diferencia en cada metro cuadrado de la cancha y, más importante, en las dos áreas. Esta selección parece haber superado el punto débil histórico de Colombia, la inmadurez, y se está convirtiendo en el éxito mayor de su entrenador Néstor Lorenzo, aquel defensor aparecido en Argentinos Juniors que tuvo un paso más bien patético por la selección argentina de la Copa del Mundo de 1990 y el inolvidablemente fallido Boca de Carlos Bilardo de 1996, y que fue el principal ladero de José Néstor Pekerman en sus campañas con los representativos nacionales de Argentina en la Copa Mundial de 2006 y de Colombia en la de 2018. He aquí a un candidato fortísimo a ganar la Copa América, para lo que primero...
... deberá superar el miércoles 10 a los bravos orientales de Marcelo Bielsa, que eliminaron en la tanda de penales a Brasil. Uruguay no se pudo lucir como acostumbraba porque su rival le planteó un partido friccionado, cerrado, con muy pocas situaciones de gol, bien a la nuestra... uruguaya: el tipo de encuentro que en un clásico histórico como éste degenera enseguida en competencia de acumulación de tarjetas amarillas y eventuales rojas. Este Scratch, entre los más flojos que vi junto con los de las competiciones continentales de 1987, 2011, 2015 y 2016, hubiera tenido una chance mejor si hubiera podido alinear al suspendido Vinicius para partir rápido de contragolpe y que es, junto con los tiros libres de Raphinha, la única real carta ganadora con que parece contar. Demasiado poco para la selección más ganadora de la historia del fútbol masculino, que necesita menos un cambio que una refundación. ¿La conseguirá?

 

A VECES LOS EQUIPOS SE SUPERAN Y AÚN ASÍ NO ALCANZA Alemania le planteó a España un partido de equipo que se sabe inferior: esperar antes que adelantarse, marca personal, rigor físico como en la falta en que Toni Kroos sacó del partido a Pedri. España era superior, se puso en ventaja, pero con los cambios ambos entrenadores desequilibraron el encuentro en favor de los locales: Nagelsmann haciendo ingresar a Mittelstädt, Füllkrug y Wirtz, y De La Fuente sacando a los pibes Yamal y Williams. En desventaja, volvió a hacerse sentir la tenacidad alemana de siempre, la de tantísimos festejos sobre la hora, y por un rato dio frutos: el joven Wirtz empató a los 89 minutos. El tiempo suplementario fue parejo y de buen nivel, pero lo ensombreció una decisión arbitral muy controvertida: una mano evidente de Cucurella en el área española que ni para la terna arbitral inglesa ni para el VAR mereció sanción, un paso más en el camino a que nadie entienda cuál mano es penalizable y cuál no. (Tampoco se aclaró nunca si la jugaba estaba invalidada por fuera de juego, falta de algún atacante, intercesión de Santiago Apóstol, algo). Pero en un buen contragolpe el ingresado Merino cabeceó a la victoria el centro que después Füllkrug mandaría por línea de fondo, y España pasó a semifinales donde se encontrará con...
... Francia, que superó en la definición por penales a Portugal. El subcampeón mundial acentuó en este torneo su característica de equipo que no necesita jugar bien para obtener buenos resultados, más aún tras los problemas físicos de Mbappé: tres goles en cinco partidos, ¡dos! en contra y otro de penal. Los dos equipos venían de partidos de octavos de final en que apenas se marcaron diferencias entre vencedor y derrotado, y en este partido pasó lo mismo: los dos tuvieron chances claras de marcar, aunque no tantas. Sin Mbappé en inferioridad física y sin Rafael Leão y Bruno Fernandes por decisión del entrenador Roberto Martínez, el tiempo suplementario amenazaba con ser apenas la espera de la definición por tiros desde el punto del penal, y así lo fue. Diogo Costa, el héroe de la victoria contra Eslovenia al desviar ¡tres! remates, esta vez no pudo retener ni uno de los cinco penales excelentemente ejecutados, y como João Félix estrelló el suyo en un poste, la selección de Didier Deschamps pasó a semifinales. Casi con certeza fue la última Eurocopa de Pepe y de Cristiano Ronaldo: el defensor cumplió, el delantero tuvo un buen certamen mientras pudo dominar su insoportable egocentrismo y su pelotudísima inmadurez, o sea hasta que el marcar un gol le empezó a interesar tanto o más que el resultado de su equipo, que fue ya en la fase decisiva. Un defecto que el Charro Moreno, Alfredo Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona, Messi, siempre pudieron manejar con éxito. Una razón más para que un enorme goleador como Cristiano Ronaldo no tenga lugar en esa exclusiva lista, repleta de...
... futbolistas de Argentina, el campeón vigente de todas las competiciones de mayores en que participa. Desde el triunfo en Qatar, la cúpula de la federación argentina se concentró en convertir el prestigio bien ganado en millones de dólares y en hacer pie firmemente en el mercado de Estados Unidos, para lo que hasta estableció una sede en Miami. El fogueo de nuevos valores y el mantener la tensión competitiva enfrentando a rivales empinados quedó en segundo plano, tal vez demasiado, y eso se sintió frente a un equipo ecuatoriano que presentó una versión muy mejorada de la que mostró en el amistoso de hace un mes en Chicago y en la primera ronda de la Copa. Ecuador superó a Argentina en los primeros veinte minutos y en los últimos treinta, sobrellevó bien la ventaja albiceleste alcanzada en un tiro de esquina capitalizado por Lisandro Martínez, y llegó al empate en la anteúltima jugada del encuentro y se perdió la victoria en la última. En la definición entramos en el mundo mágico de Dibu Martínez, el arquero más determinante del mundo, que se hizo cargo hasta de que un físicamente disminuido Lionel Messi fallara su remate. El resto fue Julián Álvarez, MacAllister, Montiel y Otamendi ejecutando magníficamente sus penales, y Ecuador fue historia. Al menos como rival: como advertencia, seguramente seguirá en las preocupaciones del cuerpo técnico hasta el fin del torneo. El uruguayo Matonte tuvo un arbitraje pésimo, el terreno de juego era impresentable para un campeonato de esta magnitud y para un país que es la mayor potencia mundial, pero Argentina haría bien en preocuparse por las otras razones de este paso en falso salvado a último momento. Ya citamos un par en este mismo párrafo.

 

Y TAMBIÉN ESTÁN LOS QUE PASAN DE RONDA SIN DEMOSTRAR DEMASIADO No puede decirse que la Inglaterra de Gary Southgate decepcione porque hace rato que no ilusiona, ni aún superando dramáticamente a esa versión futbolística de la película Hostel que fue el partido de octavos de final contra Eslovaquia. Cuenta con un plantel excelente, fogueado en la liga más exigente del mundo, pero no es un equipo ni lo parece. Los grandes nombres con que cuenta no se potencian, peor aún, lucen disminuidos respecto a lo que vemos cada fin de semana. Foden y Kane ni siquiera terminaron los 120 minutos del partido con Suiza, Ollie Watkins ni ingresó, Cole Palmer entró pero es como si no lo hubiera hecho. Esta vez le bastó con un zapatazo de Bukayo Saka para empatarle a un equipo suizo que, tras un primer tiempo de estudio en el que no pasó nada importante, se adelantó en el campo y comprometió a su rival supuestamente más poderoso. Tras un primer tiempo suplementario demasiado tranquilo, en el segundo los suizos volvieron a salir a ganar y estuvieron cerca con un malévolo tiro de esquina de Shaqiri que se estrelló en el ángulo del primer palo. Después Akanji entregó la clasificación en bandeja con un primer penal muy mal pateado, y Suiza se volvió a casa conociendo sus potencialidades pero también sus límites. Ninguna potencia festejará tener que enfrentar a los suizos, pero ninguna se asustará de tener que hacerlo. Hasta Granit Xhaka, que la rompió en esta Eurocopa, debe estar de acuerdo.
Muchísimo más entretenido fue el encuentro de cuartos de final de Copa América entre las inesperadas Canadá y Venezuela, también definido por penales después de un 1-1. Fue un partido de ida y vuelta, con el mediocampo como zona de tránsito, muchos errores de ambas partes pero unas ganas tremendas de ganar yendo al frente, un golazo del imparable y velocísimo coloradito Shaffelburg, el mejor gol de un mes de competencias en dos continentes a cargo de Salomón Rondón y una sensación, que dura un instante, de que ojalá el fútbol fuera siempre así. Digo que dura un instante porque nadie soportaría que su equipo jugara un partido como éste: sólo lo disfrutamos (y mucho) quienes lo mirábamos como espectadores neutrales. Como disfrutamos de partidos que quisiera destacar antes de que se olviden, como el triunfo turco ante los georgianos por 3-1, con golazos de media distancia de Mert Müldür y Arda Güler, o el excelente 3-2 de Austria sobre Países Bajos.

 

EN ESTE MUNDIAL DESDOBLADO EN DOS SURGEN ALGUNAS DIFERENCIAS NOTABLES Los campos de juego son la primera: por lo general excelentes en Alemania, salvo algún caso aislado y explicable por las fuertes lluvias que caracterizan a sus veranos; discretos o directamente malos en Estados Unidos. En el empleo del VAR hubo acciones criticables en ambas copas, pero el uso del fuera de juego semiautomático en la Eurocopa acelera los tiempos y ofrece una transparencia mayor. También es superadora la norma europea de no permitir protestas de otro jugador que no sea el capitán del equipo o su futbolista designado si el capitán es el arquero. La competitividad es otra diferencia. En el certamen de UEFA todos los equipos obtuvieron al menos un punto, y sólo Polonia, Serbia y Escocia parecieron estar muy por debajo del nivel de la competición. En América participaron seleccionados realmente flojos, como los de Bolivia y Jamaica, además de versiones muy pobres de Chile, Perú, Paraguay, México y Estados Unidos. Los mejores representativos de ambos continentes son comparables, pero en América los equipos del segundo escalón son muchos menos que en Europa, y los torneos se resienten: no hay manera de que una Copa América sea interesante al máximo nivel antes de cuartos de final o incluso semifinales.

 

PARA IR ARMANDO EL EQUIPO DE AMBOS TORNEOS Y EL DEL MUNDIAL Arqueros de la Eurocopa: Donnarumma (Italia), Mamardashvili (Georgia), Maignan (Francia), Neuer (Alemania). Arqueros de la Copa América: Dibu Martínez (Argentina), Claudio Bravo (Chile), Romo (Venezuela), Sequeira (Costa Rica). Defensores de la Eurocopa: Carvajal (España), Pepe (Portugal), Van Dijk (Países Bajos), Demirel (Turquía), Cucurella (España). Defensores de la Copa América: Preciado (Ecuador), Daniel Muñoz (Colombia), Isla (Chile), Romero (Argentina), Araújo (Uruguay), Lisandro Martínez (Argentina), Alphonso Davis (Canadá), Hincapié (Ecuador). Mediocampistas de la Eurocopa: Rodri (España), Fabián Ruiz (España), Sabitzer (Austria), Baumgartner (Austria), Xhaka (Suiza), Lobotka (Eslovaquia), Kanté (Francia), Bruno Fernandes (Portugal). Volantes de la Copa América: De Paul (Argentina), Moisés Caicedo (Ecuador), Valverde (Uruguay), Ugarte (Uruguay), De la Cruz (Uruguay). Delanteros de la Eurocopa: Yamal (España), Nico Williams (España), Gakpo (Países Bajos), Memphis Depay (Países Bajos), Kvaratskhelia (Georgia), Füllkrug (Alemania). Delanteros de la Copa América: Rondón (Venezuela), James Rodríguez (Colombia), Luis Díaz (Colombia), Lautaro Martínez (Argentina). La verdad, pronto sobre el verde césped de semifinales y final.