Introduccion
En
esta era de supercomputadoras (hablando estrictamente de las hogareñas),
que corren a velocidades pasmosas (es normal más de un gigahertz),
y que cuentan con una capacidad de almacenamiento increíble, del
orden de decenas de gigabytes, no puedo dejar de sorprenderme por la belleza
de los sistemas operativos mínimos.
Hoy en día un sistema operativo ocupa desde cientos de megabytes
a un par de gigabytes [dentro de estos últimos está Windows
XP que paradójicamente ocupa muchísmo espacio pero casi
no trae software]. Hay que retrotaerse a las épocas de los 386
y anteriores, para recordar los sistemas que entraban en un floppy disk.
Bueno, ahora existen diversas versiones de Linux y otros clónicos
Unix que caben en uno o a lo sumo un par de estos discos y que permiten
utilizar un ordenador para ciertas tareas dedicadas, prescindiendo del
disco rígido.
Una de esas tareas es la de brindar servicios de ruteo de tráfico
de Internet para una LAN mediana o pequeña. Sin embargo, las posibilidades
de un sistema operativo en un floppy disk no se agotan en lo anterior.
Es especialmente adecuado para probar hardware independizándose
del sistema operativo, realizar tareas de rescate sobre discos dañados,
entre otras opciones.
Buscando en la web encontré varios sitios que ofrecen sistemas
UNIX clónicos que reúnen estas características. Se
llaman, incluso, minidistribuciones. Sin embargo, creo que es mas útil
intentar construir uno mismo un sistema mínimo a partir de alguna
distribución Linux, porque además de poder personalizarlo
a nuestro gusto y necesidad nos da la posibilidad de aprender cosas básicas
sobre el funcionamiento de un sistema Linux. Las distribuciones que podemos
instalar hoy traen tal cantidad de software (SuSE trae cerca de 6 gigas)
que a veces uno se marea ante tamaña complejidad: se pierde un
poco la perspectiva.
Del mismo modo que no es conveniente aprender como funciona un automóvil
estudiando de entrada el modelo mas complejo de la industria, sin ver
el Ford T antes, es que juzgo altamente positivo intentar fabricarse uno
mismo su propia mini-distro.
Con este afán es que, siguiendo principalmente el fabuloso "The
Linux Bootdisk HOWTO", presento estas páginas en donde detallo
los pasos necesarios para este proyecto.
.
|