XXXIII Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2018: jornadas 10 al 17 de noviembre

Lo más interesante en cuanto a géneros y retro, ampliado por la lupa de Juan Carlos Moyano y Darío Lavia (*)

En un contexto harto complejo, con dificultades de orden económico que no parecían tan visibles en la pasada edición, este nuevo festival nos propone una calidoscopio de buen cine. Es verdad que, ante una vista a vuelo de pájaro pueda parecer que Mar del Plata esté invadiendo el territorio del inefable Bafici, pero sabemos que las apariencias engañan y con un poco de paciencia, aparecen las perlas que interesan a los amantes del género fantástico y también del cine clásico.

Es cierto que echaremos de menos nuestra cuota anual de thrillers surcoreanos y de tecnothrillers hongkoneses, cinematografías que cada vez cotizan más y más alto; también una más poblada sección Hora Cero, refugio usual de los adictos al horror y el suspenso. Extrañaremos alguna sección equivalente a la que un par de años atrás presentó Eddie Muller, el zar del Film Noir. Pero es imposible realizar una cobertura que haga justicia al festival y por eso nos limitamos a recomendar algunas funciones y presentaciones. La única manera de tener una idea acabada del festival es acudir a él. Muchos cinéfilos de ciudad que no tienen idea de la magnitud de esto, van paulatinamente olvidando qué significa ir al cine y reemplazan el hueco vacante con la compulsión del coleccionismo, poco a poco se convierten en veedores de bajadas, luego de streaming y más allá, la alienación.

Pero el cine es una experiencia colectiva y este festival nos sigue permitiendo vivirla.

Es hora de ponerse al día, grilla en mano, a través de este link: www.mardelplatafilmfest.com/

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5to. día ... miércoles 14 de noviembre

Restaurada se ve mejor: El doctor Alcides Greca, padre fundador del cine antropológico, también parecería serlo, a juzgar por su división en realizador, guionista y productor, del gran show business. Un aviso publicitario nos enfrenta con dos mocovíes dándoles puazos a un par de yacarés poco dóciles y un reclame publicitario nos alerta acerca de la presencia de millar y medio de extras en pantalla... aunque tal vez los veamos en la versión restaurada.

El último malón

El opus que se materializó: El filme posapocalíptico que había quedado olvidado y que se concretó, SOY TÓXICO de Pablo Parés y Daniel de la Vega, cine de wasteland made in Argentina.

Weird western a la orden: PROSPECT (2018) nos vincula en la memoria del western a aquellos prospectors, buscadores de pepitas de oro que pasaban por la saranda toneladas de agua. Pero aquí son padre e hija astronautas en un planetoide demasiado similar a la Tierra con tantos o más peligros.

PROSPECT

*: Medio de prensa exclusivo