Reseña crítica: Algún espectador cínico podría definir ALIEN (Alien, el Octavo Pasajero-1979) de la siguiente manera: "unos astronautas descienden en un extraño satélite de Saturno y se topan con una arcaica nave espacial, un fósil humanoide, larvas de quien sabe que criatura alienígena y un androide cuya borboteante cabeza decapitada sigue emitiendo diálogos". Idéntica definición le cabe a PROMETHEUS, film con que Ripley Scott explora el pasado de los incidentes narrados en ALIEN, no siendo una precuela -en la acepción propia del término- sino denotando una forzada y hasta porfiada tendencia a reiterar conceptos e ideas narrativas. ¿Significa que Scott no maduró su faz creativa desde sus estupendos films de los años '70 y '80? ¿Responde a esa teoría de cierto personaje de "Moby Dick", de que cada cosa que pasó volverá a ocurrir exactamente igual al cabo de una enorme cantidad de años? Y ya que estamos con citas literarias, el recordado navío minero "Nostromo" ahora es reemplazado por el "Prometeo", sencilla cita a la seminal novela de Mary Shelley, "Frankenstein o el Moderno Prometeo". El tema esencial de aquella obra, el castigo del hombre que se arroga la atribución divina de crear vida contranatura, se convierte en la tónica del film, con la búsqueda de los llamados "Ingenieros", seres extraterrestres que habrían sido los responsables de cierta manipulación genética que originó al ser humano. Por alguna razón no aclarada, estos humanoides intentaron erradicar al hombre de la galaxia utilizando las más mortíferas criaturas, pero su propósito se frustró milenios ha cayendo víctimas de sus propias mascotas. El cuadro se completa con una rígida y varonil comandanta de misión (Charlize Theron), un anciano multibillonario temeroso de la muerte (Guy Pearce) y el citado androide de la misión (Michael Fassbender), cuya devoción humana lo lleva a admirar e imitar al Peter O'Toole de LAWRENCE OF ARABIA (Lawrence de Arabia-1962). Los amantes del terror ginecológico tendrán su highlight con una impresionante autocesárea y los cronistas de muertes extravagantes podrán tomar nota de un personaje que fallece aplastado por una nave espacial. Los admiradores de Hans Rudi Giger de parabienes con la cantidad de diseños e ingenios xenoides en tanto que los lectores de Erich Von Daniken tendrán diversión extra al contemplar en pantalla las ideas del notorio y delirante divulgador suizo. [Cinefania.com]
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