Nosferatu (1922)
El 11 de marzo de 1931 F.W. Murnau y unos amigos se hallaban en la carretera entre Los Angeles y Carmel, en un Packard que era manejado por un joven chofer filipino. Al director se le ocurrió manejar, y le rogó al chofer que le dejase hacerlo. Al parecer condujo demasiado rápido, lo cierto fue que en un momento tuvo que efectuar un brusco giro para evitar un camión. El automóvil salió de la carretera. Ninguno de sus ocupantes se vio lastimó, con la única excepción del mismo Murnau, que sufrió una fractura de cráneo y falleció poco después en un hospital. La fatalidad había signado el destino de uno de los más grandes creadores del cine alemán, muy lejos de su patria y cuando solo contaba 43 años. Desde joven se había destacado en el arte, y luego de ver una de sus representaciones estudiantiles, el mismísimo Max Reinhardt le ofreció una beca de seis años para estudiar y trabajar con él en su teatro de París. Hasta el estallido de la Gran Guerra Europea, el joven Murnau trabajó junto a Reinhardt en París, donde fue actor y asistente del mismo. Luego de finalizado el conflicto se dedicó al cine, dirigiendo siete películas antes de acometer con NOSFERATU. Pero no fue solo por esta obra maestra del terror que logró su fama imperecedera en la Historia del Cine, sino por DER LETZE MANN (La Última Carcajada-1925) con Emil Jannings. Luego del éxito de este filme, Murnau y Jannings siguieron filmando juntos. TARTÜFF (Tartufo-1925) y FAUST (Fausto-1926) fueron dos adaptaciones de obras clásicas de la literatura universal, que precedieron al llamado de William Fox hacia Hollywood, donde Murnau aún tuvo tiempo de despacharse con un filme muy elogiado por numerosos autores y también estimado como uno de los diez principales de la Historia del Cine: SUNRISE (Amanecer-1927). Max Schreck no tuvo tanta suerte como su compatriota y hoy en día su nombre remite fuera del ambiente de los aficionados al cine de terror alemán mudo, al villano interpretado por Christopher Walken en una de las secuelas del Batman moderno. Sin embargo se sabe que Max Schreck nació en Berlín en 1879 y su verdadero nombre fue... ¡Max Schreck! Sí, teniendo en cuenta que el apellido "Schreck" significa "Terror" en alemán, muchos habrán supuesto que era un seudónimo o algo así. Sin embargo sabemos que Schreck trabajó junto a Max Reinhardt y ya tenía gran experiencia teatral cuando actuó en su primera película, que fue una adaptación de "El Alcalde de Zalamea" de Calderón de la Barca y se tituló DER RICHTER VON ZALAMEA (1920). Habiendo interpretado el personaje vampírico de Graf Orlok en 1922, Max actuó en varias películas, siempre en papeles de reparto. Una de estas fue DIE FINANZEN DES GROSSHERZOGS (1924) comedia también dirigida por Murnau (quien sin embargo nunca tuvo mucho aprecio por la misma). Luego de esto siguió interpretando películas y se instaló en Munich, trabajando en el movimiento denominado "Kammerspiele" (que Reinhardt había ayudado a crear). Muy pocas de sus películas han llegado a nuestros días, a pesar de que fue un actor que filmó durante todo el resto del cine mudo y comienzos del sonoro. Sólo actuó en dos películas de terror, NOSFERATU y RAMPER DER TIERMENSCH (1928) junto a Paul Wegenner. Su última película fue DIE LETZTEN VIER VON SANTA CRUZ (1936) filmada el mismo año que falleció. |