Seccion: Cronicón (Lecturas: 12566)
Fecha de publicación: Agosto de 2004
Diccionario de constantes en el cine prospectivo (K-Z)
Segunda parte de esta recopilación de lugares comunes de las películas de ciencia ficción o de anticipación. J.P. Bango
Introducción a la Segunda Parte: Los Nombres Propios
Esta segunda parte servirá, ya lo vereis, para refrendar
el "afecto" que el Cine Prospectivo profesa a la literatura pero,
sobretodo, nos va a confirmar su inclinación a las modas (en el apartado
argumental: el género postapocalíptico a lo Mad Max y que
creó escuela en la cinematografía italiana y estadounidense de
Serie B; o 1997… Rescate a Nueva York, que hizo lo propio respecto el cine de
cárceles del futuro), a los silogismos (si Spielberg adapta a
Dick, Dick es un filón…) y a los personajes (el propio
Dick, Gibson y la cultura Cyberpunk).
En fin, se completa aquí el repaso por las constantes
y arquetipos que hemos podido recopilar del más de centenar de películas
que forman parte de este estudio sustentado, claro que sí, por la pasión
cinéfila. El futuro nos llama, amigos:
K de Dick
La
K más famosa de la literatura de Ciencia Ficción de los
psicodélicos –cuentan- años 60, separa el nombre Philip
con el apellido Dick, para completar un nombre que incluso los menos
instruidos en el tema saben asociar al film Blade Runner.
En realidad Dick, siempre fue mucho más. Aficionado
como era a aventurarse en los excesos para comprender la delgada línea
que separa la lucidez de la cordura, Dick se volcó en la cristalización
de una literatura sin adimentos estilísticos, exonerada de descripciones
autocomplacientes pero, al mismo tiempo, compleja en el plano conceptual e imaginativo.
Como epitafio, y sólo unos meses después de su
muerte, el Cine le recompensaba aquel torrente creativo en post de la modernidad
literaria con una de las obras cumbres del séptimo arte, Blade Runner,
basada sin embargo en uno de los originales menos reconocidos de Dick: ¿Sueñan
los androides con ovejas eléctricas?
Justamente, una de las características principales de
las adaptaciones de la obras de Dick es que aún nadie se haya atrevido
con sus obras más reconocidas y memorables: léase Ubik o El
Hombre del Castillo; fijándose, sin embargo, en algunos de sus (numerosos)
relatos cortos más o menos conocidos, que jalonan su bibliografía.
Así, y desde Blade Runner, el Cine Prospectivo ha deparado al
menos cinco adaptaciones más de su obra: Desafío Total
(Basado en el relato corto We Can Remember It For You Wholesale), Screamers
(según la historia corta: Segunda Variedad), Minority Report
(sobre El Informe minoritario), Impostor (Impostor, adaptada
previamente para la televisión en 1962) y Paycheck..
L de Libertad
Si ansía empaparse de libertad tampoco espere demasiado del futuro.
Si no lo cree así, vaya tomando nota porque tendrá limitada la
natalidad por causa, dirán, de la superpoblación del planeta so
pena de reclusión mayor (Fortress). Tampoco podrá tener
los hijos que quiera o no tenerlos incluso, si no pertenece a la facción
de los ciudadanos (eufemismo asimilado a los conniventes con el Directorio
Militar gobernador de la sociedad aria de Starship Troopers).
Peor lo va a tener si es mujer y encima se le ocurre nacer
fértil bajo un gobierno prorreligioso y ultraconservador superviviente
a una cruenta guerra. En El Cuento de la Doncella, las mujeres fértiles
escasean y las fecundizadas apenas si logran parir entes humanos… En este contexto,
la libertad individual de la mujer quedará limitada a la función
de receptáculo seminal esclavizado al servicio de una causa déspota;
causa que sólo se podrá combatir con el desvelo y la ensoñación.
Las cárceles se convertirán en reductos para
delincuentes de todo rango y condición (en forma de islas, 1997… Escape
from New York, o Escape from Absolom) o para individuos saboteadores
de la moral dominante (2013: Escape From L.A.) sin ningún propósito
de liberación de culpa o reinserción social. Antes al contrario,
los confinamientos del futuro servirán para experimentar dudosas técnicas
de control de movimiento en forma de bombas gastrointestinales (Fortress),
collarines explotacabezas (Wadlock) o rayos ultravioleta de primera generación
(Fortress 2). La búsqueda de la libertad, entendida como objetivo
de vida, se convierte en el epicentro conceptual de este tipo de films carcelarios
presididos por cierto axioma cervantino, también en el futuro,
dotado del don de la oportunidad:
La libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos
dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los
tesoros que encierra la tierra i el mar encubre; por la libertad se puede y
debe aventurar la vida"
En fin, si quiere que el futuro les haga libre de "verdad",
acomoden su cerebelo en el útero artificial construido por las irreverentes
máquinas pensantes de Matrix y cambian su realidad resistente por aquel
suntuoso filete de mentira porque quizás, si os portáis bien del
todo y con el sistema, el hombre del traje blanco pueda conseguir que aquella
chica de vestido rojo y apariencia idealizada comience a ser algo más
"real" que un bello sueño.
M de Minería
El futuro cinematografiado augura la conquista del espacio
en búsqueda de recursos mineros –suponemos- escasos en nuestro planeta
azul (para entonces -también lo suponemos- menos azul). La minería
creará una nueva familia de astronautas, trabajadores del espacio de
ascendencia incansable, sin pasado ni futuro, al servicio de una gran corporación;
serán mineros aficionados a las cantinas y a dejar solos ante el peligro
al sheriff de la estación espacial (Atmósfera Cero) u operarios
especializados en el manejo de robots bípedos (Aliens).
El futuro deparará, además, una doble tipología
minera:
-
De un lado, nos encontramos con la "minería espacial"
conformada por los recursos humanos y materiales empleados en la búsqueda,
hallazgo y posterior extracción de los minerales: actividad esta,
por cierto, que lleva aparejada algún que otro "daño
colateral" como por ejemplo el alumbramiento de especies alienígenas
de gran instinto devorador (Alien), o invasor (Lifeforce),
o ver como ciertos fantasmas con aires nacionalistas reivindican sus derechos
forales poseyendo los cuerpos de unos incautos mineros que han excavado
en el lugar que no debían (Ghost of Mars).
-
De otro lado, nos encontramos con la "minería submarina"
fruto, como la anterior, de los avances tecnológicos y como aquella,
abocada a hurgar en la inmensidad del abismo en búsqueda –aunque
no lo sepan a priori- de entidades demoniacas de última generación
(Leviathan) o de extraterrestres luminosos enemigos de las armas
de destrucción masiva (Abyss), ambas historias enmarcadas
en el ámbito de una Guerra Fría, hoy ya lo sabemos, ucrónica.
N de Naves Espaciales
Las
naves espaciales, con diferentes estructuras y funciones, se han erigido en
iconos representativos de uno de los bastiones más dinámicos de
la Ciencia Ficción Prospectiva: el género especial.
En atención a los propósitos que fundamentaron
su construcción, podemos distinguir entre:
-
Naves militares.
-
Naves civiles.
Entre las primeras, las naves militares, destacan, sobretodo por su volumen,
las naves destinadas al transporte de las tropas de Starship Troopers.
Entre
las segundas, las naves civiles, se pueden distinguir entre a) naves de carga
de materiales (normalmente minerales pertenecientes a una gran corporación,
como ocurre en Alien) o de compraventa y reparto (Space Cowboys);
b) naves dedicadas a la investigación o al hallazgo de panaceas como,
por ejemplo, la Discovery de 2001, consagrada para revelar los secretos
del universo y el hogar de los dioses; c) naves de rescate, que tienen como
designio la búsqueda y salvamento de supervivientes colonos (Aliens)
o de tripulaciones de naves desaparecidas (2010: Odisea final; Horizonte
final; o Regreso al planeta de los simios); y d) naves de colonos, de destino
incierto pero esperanzador (Las televisivas Tierra 2 o Espacio 1999).
La principal constante de estas naves es su total dependencia
de un ordenador de a bordo servicial (madre en Alien) o no (Hal
9000 en 2001), al servicio de sus habitantes humanos. Y, sobretodo,
sus nada aleatorios nombres: Discovery (para 2001), los conradianos Nostromo
y Sulaco (para Alien y Aliens, respectivamente), Dark
Star (sarcástica protagonista del film homónimo: Dark Star),
Event Horizon (para una nave que pretende desvelar lo que se oculta detrás
de los agujeros negros) o Tierra 2 (para una nave cuyos ocupantes tienen
como propósito colonizar un planeta de características semejantes
a la Tierra…).
De todas las naves, quizá la más famosa siga
siendo la nave Enterprise (Star Trek), sometida a no pocas reparaciones,
y en cuyo puente de mando se han posado tripulantes de toda raza y condición
con la generosa tarea de armonizar un universo, imaginaos, en perpetuo estado
de alerta.
Ñ de España
España
y futuro parecen ser dos términos permanentemente disociados, al menos,
en cuanto a temáticas cinematográficas se refiere.
Quizás, la muestra más importante (en todos los
sentidos), es la película de Alejandro Amenábar, Abre
los ojos, que oculta en su entramado un argumento de realidades virtuales
y mundos preprogramados diseñado en el futuro, francamente arriesgado
y perspicaz.
La berlanguiana Acción Mutante, opera prima y
mejor película de Alex de la Iglesia, nos narra la historia de
una mesnada de feos, liderados por el no menos grotesco Antonio Resines,
que secuestran a la hija de un rico industrial, el día de su boda, a
cambio de un sustancioso rescate. Tras masacrar a casi todos los invitados de
una boda de apostura hortera, el grupo de mutantes huyen en su propia nave en
dirección al planeta Axturias, con su rehén y sus discrepancias
a cuestas. La cuantía monetaria y las constantes disputas, acabarán
mermando la fortaleza del grupo hasta que se pone fin a su aventura en una escabechina
final, de carácter vodevilesco, ubicada en una tasca para mineros.
La Ciencia Ficción española y prospectiva, proseguiría
por esa vía excesiva y paródica en la decepcionante Supernova
o en la co-producción checa Nexos 2431 (un film aburrido y naif
como pocos). De este bastión futurista y filomoderno, destacamos, no
obstante, La mujer más fea del mundo, de Miguel Bardem,
de la que ya hemos hablado con anterioridad.
Por último, destacamos aquí un film futurista
en pretensiones pero decididamente menor en cuanto al resultado, la obra de
Oscar Aibar, Atolladero, que trasladará los bosquejos y
demarcaciones propias del western al ámbito prospectivo en la que ya
es, con pocas dudas, la película más desconcertante de la SF española.
O de Oráculos
Que
al futuro le gusta el futuro es más que una evidencia en films como
Minority Report, donde la eficacia policial se subordina al poder vaticinador
de unos inerciales con dotes de precognición o en Matrix, cuyo entramado
se supedita a los axiomas y chascarrillos de una oráculo de aspecto arrogante
que siempre sabe más que lo que dice saber.
La sociedad Heinleniana de Starship Troopers recluta
a potenciales en adivinación para incrustarlos en el organigrama de su
departamento de Inteligencia, lo cual nos lleva a uno de los baluartes más
recurrentes de la Ciencia Ficción literaria: el poder de la mente (tan
cotidiano en en ese ámbito) y que en el cine apenas si cuenta con algún
que otro título significativo como Scanners o, introducidos de
nuevo en el género prospectivo, la genial Akira de Katsuhiro
Otomo.
P de Policías
Imagínese
una tierra desolada por una guerra nuclear, carreteras en medio del desierto
invadidas por bárbaros adictos al tunning casposo, el asesinato de una
familia a la que hay que vengar y, al mismo tiempo, un uniforme de policía
sobre el cuerpo de Mel Gibson, y tendrá una estampa paradigmática
de un policía del futuro en toda regla, aquí, en su vertiente
postapocalíptica.
Pero si no quiere que su futuro quede embargado por una violenta
venganza, su destino desarraigado entre carrera de coches con turbo, camino
al horizonte desértico y, más allá del trueno, sentirse
protagonista de una novela de William Golding, olvide a Mel Gibson y
a su fisonomía de policía caduco y enfréntese a la realidad
de un Cuerpo, el policial, que en el futuro se las tendrá que ver con
huelgas televisadas financiadas por bandas de gangster inmobiliarios, curiosamente,
sofocadas por esquiroles con andar y pose de robot (Robocop), con jueces
que detienen, juzgan y aplican su ley ejecutoria con más arbitrariedad
que justicia (Juez Dredd), con policías aficionados a perseguir
asesinos en terrenos virtuales (Virtuosity) o con tipos venidos del pasado
que aun no olvidaron lo mal que debieron pasarlo en el instituto (Demolition
Man).
Y cómo al cine le gusta la literatura más que
a un niño las consolas, recogemos de Dick los policías
aficionados a los ataques preventivos de Minority Report, y de Crichton,
la brigada policial especializada en robótica (Runaway) para conformar
una tipología adaptada, con todo su celo y rigor, a los tiempos que están
por venir.
Q de Que es Matrix?
La
Gran Esperanza Blanca de las producciones de Ciencia Ficción de finales
de los 90, resultó uno de las sagas más, a priori, decepcionantes
de los últimos años, pero vayamos por partes.
a) Lo que pudo ser: Matrix revolucionó
la estética y la ética de las películas de ciencia ficción
de género prospectivo aleando elementos provenientes de filmes (Terminator,
sobretodo, de quien hereda parte de su interesante argumento), comics (el manga
de Masamune Shirow, Ghost on the Shell) e, incluso, la filosofía
(el mito de la caverna) o la religión (Mesianismo). Los efectos especiales,
fusionados en el argumento a la manera Cameroniana, crearon escuela (Blade
II, Underworld, Scary Movie…), y las peculariedades intelectuales de su
argumento generó un debate similar al que, el culto y los estudios posteriores
a su estreno, generó la película Blade Runner. Pero es
que, además, el primer Matrix era una película de ciencia
ficción parabólica fundamentada en un McGuffin apasionante (La
realidad que conocemos no es sino una fachada aparente, una simulación,
que los robots del futuro ofrecen a los humanos que, sin saberlo, constituyen
su propia fuente energética), y sobretodo, un film de acción espectacular,
inspirado, y magníficamente resuelto.
b) El camino que optó por seguir: A pesar de
un espectacular prefacio (persecución en autopista incluida) que servía
para vincular el fascinante pastiche filosófico-religioso-tecnológico
que alimentaba el argumento del primer Matrix con una bacanal preñada
de autorreferencias, Matrix Reloaded se convierte en una especie de remake
de su precedente, espectacular pero más insatisfactorio, una especie
de prólogo alargado de la tercera parte y, en consecuencia, en un producto
difícil de digerir (exceptuando sus loables soluciones, cercanas ya a
la parodia, en el campo del cine de acción), confuso e insustancial.
La serie daba muestras de desgaste incluso antes de consolidarse como tal y
los Wachowski, más preocupados por la trascendencia que por la
eficacia, desaprovechaban, como también le ocurre a muchos de sus coetáneos,
a Monica Bellucci. Imperdonable.
c) El resultado final: Mátrix Revolutions concluye
el serial protagonizado por Neo, el gran Superhéroe de inspiración
metafísica creado para el celuloide por unos hermanos aficionados a la
intertextualización cinéfila, con una notable dignidad. Renuncia,
seguramente porque el desarrollo de la idea caverno-platónica no daba
más de sí, al cariz filosófico de la primera parte pero,
con la misma servidumbre, amplifica su sentido religioso y multiétnico.
Apuesta, de forma apasionada, por la espectacularidad de la batalla (con algunos
planos subjetivos que nos retrotraen a existosos videojuegos de los noventa),
y resuelve casi todas las filiaciones insinuadas en sus precedentes (aun con
un cierto grado de distanciamiento). Se constituye, en definitiva, en un producto
de acción y ciencia ficción de altos vuelos (y nunca mejor dicho)
dispuesto a perpetuar alguna de sus soluciones creativas en la retina de un
subconsciente cinéfilo demasiadas veces saboteado por los seguidores
de Michael Bay. Pero la historia primigenia se merecía algo más
y nuestro subconsciente metacinéfilo quedó defraudado parcialmente.
Atrás había quedado un inicio brillante culminado
con cierta fatiga, como si de algún modo, las propuestas (si no originales,
sí –al menos) adultas y revolucionarias que subyacían en el primer
entramado hubieran supuesto, algunos ya lo preveían, una cúspide
creativa de la que tan sólo hacían falta un par de apéndices
más o menos artificiosos (pero, insisto, espectaculares) para saciar
del todo el apetito expectante que generó su matriz, en una película
que apuesta, en fin, por la fuerza bruta en detrimento de otras formas de pacificación
más dialogantes porque, como la propia Trinity subraya frente
a Merovingio en un pasaje del film: "Ya está(ba) bien
de chorradas".
R de Regresión
Que
al género prospectivo le va la moda retro es algo más que una
realidad en films donde los arquetipos sociales, modales o políticos
sufren una degradación tal, que las neo-sociedades de muchas de estas
cintas prospectivas pueden asimilarse social, modal o políticamente a
alguna de las acaecidas en el pasado. Así ocurre en Mad Max, Reign
of Fire, o en Waterworld, cuyos referentes formales y culturales
podríamos encontrarlos en el medievo o, en otro plano, en The Postman
que fusiona elementos provenientes de la mitología del western (fuertes
y campamentos) con retazos filo-fascistas protagonizados por un déspota
devoto de William Shakespeare, o en Sangre de héroes (The salute
of the jugger) de David Webb Peoples, donde Rutger Hauer tendrá
que vérselas con una sociedad que ha retornado a su esencia bárbara,
en el desierto que ahora le acoge.
La regresión afectará sobretodo a sociedades
producto de un gran Apocalipsis o de una guerra nuclear de aires, destructiva.
Nos encontraríamos aquí con films post-apocalípticos
como El día después y, sobretodo, con El Cuento de la Doncella,
donde el retroceso ideológico alcanzará simas intolerables, o
Fahrenheit 451, donde los libros serán objeto de persecución
paranoica.
Curiosamente, el desplazarnos miles de años en el futuro
tampoco esquiva la retracción social apuntada, siendo dos films (basados
en sendas novelas ejemplares): La máquina del tiempo y El Planeta
de los simios, los encargados de perpetuar en el cine el axioma de que cualquier
tiempo pasado fue mejor. Y si no se lo creen: pregunten a Charlton Heston.
S de Sociedad
Como
ya se apuntaba en la primera parte de este estudio, convivirán en nuestro
futuro, sociedades que se van a caracterizar por una estructura alegórica
fuera de toda duda.
En atención a este carácter simbólico,
algunos cineastas sumergen sus entramados en sociedades alejadas del arquetipo
convencional. Esta transgresión, le va a servir a John Carpenter
para aventurar una sociedad marciana de corte ginecocrácico, en Fantasmas
de Marte, o a George Lucas, para definir los estamentos ultra-burocráticos
de un film con nombre, dicen, de individuo: THX 1138. La idea de una
humanidad enterrada en el subsuelo terrestre no es nada nueva en el campo prospectivo.
La han recogido, entre otras, las películas Metrópolis, La
máquina del Tiempo, Doce Monos o Matrix, las cuales coinciden,
a su vez, en presentar una superficie devorada por los excesos de la raza humana
y un futuro precario y poco venturoso.
En otro ámbito conceptual, coinciden en estos filmes
dos ideas antagónicas relacionadas con la natalidad. En Cuando el
destino nos alcance (Soylent Green), la superpoblación condena a
la humanidad hasta el punto de que llegan a escasear los recursos alimenticios.
Extremo, que La Fuga de Logan evita de forma drástica, cercenando
la vida de aquellos que rebasan la treintena por una simple cuestión
de equilibrio social.
La nota de color, y nunca mejor dicho, a estas sociedades antiutópicas,
la ofrece la televisión en uno de sus productos más competentes:
Futurama, serie de dibujos animados creada por Matt Groening (osea,
el padre de Los Simpsons), que presenta la historia de un repartidor
de pizzas del Siglo XX que, tras haber sido criogenizado, despierta en el Mundo
del Futuro para comprobar, de primera mano, que el paso del tiempo únicamente
sirve para cambiar el color de nuestros cabellos.
T de Tecnología
Criogenización
(Demolition Man); Robótica (Terminator); parque de atracciones
de última generación (Almas de Metal); videojuegos (ExistenZ);
arañas espías (Minority Report), Teletransportación
(Star Trek); vuelos regulares a Marte (Total Recall); software de aprendizaje
rápido (Matrix); automóviles voladores (Blade Runner);
monopatines voladores (Regreso al Futuro II); androides sirvientes (El
Hombre Bicentenario); intérpretes de delfines (Seaquest y Johnny
Nemonic).
No pierden el tiempo estos guionistas de Hollywood, ¿verdad?
U de Utopía
Concepción englobadora de las Eutopías y
las Distopías, la Utopía ha servido en la historia del pensamiento
universal como vehículo para describir la idea de un Estado perfecto,
donde el individuo, en armonía con su entorno y sus convecinos, alcanza
su plenitud. Cómo ya hemos visto, la concepción positivista de
la utopía, es discordante con los entramados presentes en la ciencia
ficción cinéfila por una simple cuestión pragmática:
el bienestar no vende entradas de cine. La utopía, en este sentido y
de forma contradictoria, se convierte en constante de Cine Prospectivo por exclusión
pues ningún productor se ha atrevido a financiar una película
cuyo único y exclusivo propósito se resuma en la perfección
de la convivencia humana (Ni siquiera Things To Come se acerca a esta
propuesta). Y cómo se advirtió en la primera parte de este estudio,
a pesar de que algunos filmes presentan sociedades, a priori, utópicas,
el desarrollo de la acción demostrará que nada es como parece.
Nada que no sepamos ya a estas alturas.
V de Verhoeven
Paul
Verhoeven acumula en su filmografía, temáticas e historias
tan diversas que su inserción en un diccionario circunscrito a un género
cinematográfico concreto, parece situarse más cerca de la audacia
que de la razón. Sin embargo, el errante director holandés se
ha paseado por el género de Ciencia Ficción (incluido la monster
movie: El hombre sin sombra) con una notable dignidad, incluso con un cierto
deje autoral que provoca, cuando se le sabe detrás de un nuevo proyecto,
una tensa espera, como si, de algún modo, hiciera falta que el bueno
de Verhoeven venga a poner las cosas en su sitio.
En el campo prospectivo, los filmes de Verhoeven (Robocop,
Desafío Total y Starship Troopers) han destacado por la utilización
sarcástica del medio televisivo (especialmente descacharrante en Starship
Troopers), el protagonismo de la violencia escenificada, el uso de los efectos
especiales al servicio de la acción, y el doble juego de las identidades
falsas o impostadas. Conceptos autorales que enriquecen, sobremanera, un género
que no sería el mismo, si Verhoeven no hubiese pasado por allí.
W de William Gibson
Conocido
entre la mass media como el introductor del término ciberespacio, el
otrora enfant terrible de la literatura de ciencia ficción, ganador del
Premio Hugo por su novela Neuromante, sorprendía a la cotidianidad
ochentera proponiendo una historia donde la acción se trasladaba a un
universo dominado por la tecnología y las conexiones silícicas,
por la existencia de una "constelación de datos" imbuida en
un soporte virtual y accesible.
«Una alucinación consensual experimentada diariamente por billones
de legítimos operadores, en todas las naciones (…) Una representación
gráfica de la información abstraída de los bancos de todos
los ordenadores del sistema humano. Una complejidad inimaginable. Líneas
de luz clasificadas en el no-espacio de la mente, conglomerados y constelaciones
de información. Como las luces de una ciudad que se aleja...»
La estética Cyberpunk asentaba su ideario literario:
mafias japonesas, alta tecnología, valor patrimonial de la información,
espionaje industrial, comunidades virtuales, drogas sofisticadas…
Al cine le va a costar adaptarse a esta concepción,
se ve hoy día, absolutamente vaticinadora. Sólo dos relatos suyos,
Johnny Nemonic (adaptado por Robert Longo) y New Rose Hotel
(de Abel Ferrara) verán la luz en el celuloide, eso sí,
con resultados insatisfactorios. Johnny Nemonic se adentra en el submundo
de un correo que utiliza parte de su encéfalo para archivar información
confidencial que traslada de una ciudad a otra, y la persecución de la
que es objeto por parte de mafiosos japoneses. Por su parte, New Rose Hotel
narra la historia de un espía industrial que pretende birlarle a una
de las empresas rivales, uno de sus cerebros, para lo cual utiliza la manida
técnica de la seducción, aquí, con el rostro irresistible
de Asia Argento. Lo mejor es el argumento. Lo peor, la confusa realizador
del tantas veces pretencioso, Abel Ferrara.
El propio Gibson participará en el guión
de Alien 3, el film de David Fincher, historia obscura que se
desgajaba, con una cierta impudicia, de sus precuelas hasta constituirse, con
mérito propio, en una de las películas de culto más reivindicables
de los años 90.
Para la televisión, y como curiosidad, Gibson escribirá
dos brillantes capítulos del serial de Chris Carter: X-Files: "Kill
Switch" y "Person Shooter".
Y hasta ahora.
X de Mutantes
Individuos
nacidos para cambiar el mundo (Akira); víctimas de proyectos financiados
por los militares (Hulk), resistentes marcianos expuestos a la radiactividad
(Desafío Total), eslabones perdidos de una cadena evolutiva, con
branquias y poco pelo (Waterworld); neo-razas del nuevo milenio con problemas
de identidad (X-Men), enamorados de la moda cyberpunk y los piercings
(Tetsuo), hijo de periodista amiga de los artrópodos (La Mosca
II), los mutantes han aparecido en el cine prospectivo cada vez con mayor
profusión, como si quisieran hacerse un hueco temático en el que
poder mover a sus anchas sus cuerpos degradados y sus dudas existenciales.
Pero van a ser, sin duda, los disciplinados y no tan disciplinados
habitantes de la comuna de Xavier, los X-Men, quienes mejor representan
a estas alturas, a los mutantes del nuevo milenio. Amenaza constante para el
resto de los humanos, individuos dotados de poderes sorprendentes, los mutantes
de X-Men tendrán, sin embargo, una infancia acomplejada y un presente
incierto y, sobretodo, se verán en la obligación moral de integrarse
en uno de los dos grupos que, en ese futuro planteado, se encuentran en contienda:
los que están con los humanos "normales" y los que están
contra ellos. La eterna dicotomía, como veis.
Y lo que vendrá
A
la vuelta de la esquina, vendrá una nueva adaptación de uno de
los tipos menos y peor adaptados de la Ciencia Ficción Literaria, Isaac
Asimov, con I, Robot de Alex Proyas, film basado (esto sí
que es insólito) en el título (Yo, Robot) y prólogo (las
leyes de la robótica) de la novela recopilatoria de algunos de los relatos
de Asimov.
Sin abandonar la esfera literaria, los aficionados esperamos,
más que ansiosos, la anunciada adaptación que Wolfgang Petersen
afronta del original de Orson Scott Card, El Juego de Ender (de
nuevo premio Hugo), precuela literaria de la magnífica –y una de las
novelas preferidas, por si no se notaba, de quien esto escribe-: La Voz de
los Muertos. También, A Scanner Darkly, nueva película
de Richard Linklater, film de animación realista (esto es un decir)
basada en una novela del sempiterno Philip K. Dick, o la nueva versión
de Fahrenheit 451 de la mano –crucemos los dedos- de Mel Gibson, verán
la luz en los cines dentro de poco.
Más estancados parecen, sin embargo, los proyectos de
la esperada versión de la novela de Matheson (Soy Leyenda)
adaptada con anterioridad en The Omega Man, o la serie de TV "The
Forever War", basada en la sarcástica novela de Joe Haldeman,
por cierto, autor que los buscadores de rarezas aun asimilamos al guión
de la siempre reivindicable: Robot Jox.
Lo que no fallaran, eso seguro, serán las nuevas entregas
de la saga Star Trek; una odisea diseñada para satisfacer la voracidad
de los insaciables, y ultrasociables, trekkies.
Z de ExistenZ
Larga vida a la Nueva Carne!
Nueva
Carne, videojuegos orgánicos e interactivos, diferentes niveles de
realidad, existencias ficticias, triple vuelta de tuerca final, Cronenberg,
corporaciones ambiciosas, vouyeurismo descontrolado, vivencias de historias
ajenas, humanidad alienada por la tecnología, dicotomía mente/cuerpo,
armas somáticas, evolución hacia un nuevo prohombre que interactúa
con el entorno artificial, individuos mutados…
Para ser una sola película, considerada menor en la
filmografía de David Cronenberg incluso, las temáticas
y situaciones abordadas por ExistenZ son profundas y substanciales. Antecedente
casual de Matrix, la visión que el cineasta canadiense realiza
de la vida futura, una vida que sólo encuentra su satisfacción
plena en el ámbito de la entelequia y la virtualidad, de las experiencias
irreales vividas como reales, se aproxima a un ejercicio metacinéfilo
donde los videojuegos podían asimilarse, perfectamente, a las películas,
y las vidas ajenas que los protagonistas disfrutan (o sufren) como propias,
a la de los personajes del celuloide, no lo olvidemos: los encargados de llevar
a buen término, tras la pantalla, la mayoría de nuestros sueños
irrealizables.
Feliz Futuro!
"…todo estaba arreglado, todo alcanzaba la perfección, la lucha
había terminado. Se había vencido a sí mismo definitivamente.
Amaba al Gran Hermano".
"Diccionario de Constantes en el Cine Prospectivo: Parte segunda",
es un artículo escrito por J. P. Bango.
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