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Fecha de publicación: Junio de 2006
Vampiros de la Hammer
Un recorrido por esa época, a mediados del siglo XX, generosa en colores pasteles, rojos sangres, películas de la Hammer y en la que no faltarán ristras de ajo, crucifijos y escotes de vampiresas. José Luis Cristaldo Bustamante

THE VAMPIRE LOVERS (Las Amantes Vampiros-1970)
Este
film comienza una serie de relatos que giran en torno de los Karnstein, conformando
una tetralog�a que toma como punto de partida la novela "Carmilla", de Joseph
Sheridan Le Fanu (puede verse una traducci�n
online de la misma en el sitio Ficción). En el pr�logo se narra que
una familia de vampiros adopta estrategias como cortejar a sus v�ctimas, prolongando
as� la depredaci�n. Tambien se aporta un hecho novedoso: sin su mortaja, el
vampiro no puede descansar. Y a partir de ello, el narrador nos informa que
la unica forma de destruir a un vampiro es cort�ndole la cabeza y atraves�ndole
el coraz�n con una estaca, en forma conjunta. Asimismo, se reitera la noci�n
de que la presencia del vampiro a menudo resulta paralizante para la v�ctima,
en esta ocasi�n subyugado por la bella joven ante s�. Una idea novedosa (extraida
directamente de la novela) es la figura del tutor, interpretado en esta película
por Forbes Robertson (quien haría un Dr�cula en SEVEN GOLDEN VAMPIRES).
Cabe se�alar que esta versi�n es fiel a la novela, resultando en una adaptaci�n
notable con diferencias menores. Pero ac� no mporta si Frodo se pone el anillo
en el pulgar derecho o el me�ique izquierdo, ¿no? En relaci�n a la sensaci�n
de la v�ctima, es la primera vez desde HORROR OF DRACULA que se hace menci�n
del aspecto emocional de la misma, describi�ndose en este caso c�mo se siente
una presi�n en el pecho, asfixia y punci�n, seguido de creciente languidez.
Esto cuadra perfectamente con el folklore centroeuropeo. Ahora bien, en este
caso no hallamos vampiros itinerantes, sino que el no-muerto se halla limitado
a medrar con las presas de los parajes aleda�os al lugar donde debe reposar
(en este caso, la cripta Karnstein).
La
trama nos muestra c�mo, de manera disimulada, el vampiro va seduciendo a los
miembros de la familia elegida. El film tambien muestra c�mo la medicina a veces
cubre sus lagunas con recetas populares, haciendo paralelo con cierta escena
de la novela "Dracula". Ahora bien, si algo se mantiene, es el �cono de la cruz,
ante el cual los vampiros europeos retroceden por lo general. Ja, conozco un
par que dir�an que "Dios hay uno solo", as� que le tirar�an una bomba
a los vampiros chinos.
Y en el final, un momento original del film es la descomposici�n, si no del
cuerpo, de la imagen en el retrato, dej�ndonos con el interrogante de si tal
vez en la v�spera, el director Roy Ward Baker estuvo leyendo "El retrato de
Dorian Gray".
TWINS OF EVIL (Drácula y las Mellizas-1971)
El
film que sigue nos lanza de lleno dentro del contexto sociol�gico donde se situar�
la trama: la regi�n europea dirigida por el protestantismo. En plena �poca de
caza de brujas por parte del puritanismo (y el repudio por los idolos), Cushing
interpreta al dirigente de un grupo de religiosos que velan por la pureza de
costumbres en los alrededores del pueblo de Karnstein, el cual se halla sometido
al aura maligna del castilloo Karnstein como figura ominosa (de modo similar
a la casa de los Marsten en la novela de Stephen King "Salem's Lot").
Para ir directo al grano, hallamos que arriban a la aldea un par de hermanas
gemelas con personalidades diametralmente opuestas: la obediente y la rebelde.
Impl�cito en la trama va el mensaje de lo que suceder� a las chicas rebeldes
si persisten en su actitud, con lo que tenemos una suerte de h�brido entre Le
fanu y Esopo (o cualquier otro fabulista, Samaniego, etc.)... Retornando al
castillo, est� habitado por el conde Karnstein, un disipado noble que se jacta
de su cobertura respecto del poder temporal (lo que sugiere de nuevo la consabida
antinomia entre la ley de los hombres y la ley divina, y porque no la oposici�n
entre civitas omine y civitas dei). Este joven playboy del siglo XVIII se halla
inmerso en el tedio, con una sucesi�n de grotescas distracciones, hasta que
un noche lleva las cosas de la charada a la realidad: alli la omnipresente sangre
que cae sobre el muerto obra el viejo truco. Una manifestaci�n accidental del
esp�ritu de Carmilla se ocupa de vampirizar al conde Karnstein, luego de frotar
r�tmicamente una vela. S�lo cabe presumir que su aparici�n fue fugaz. Nuevamente
los vampiros Karnstein pueden caminar durante el d�a (mi teor�a es que se debe
a que en esa regi�n todo el tiempo est� nublado). Un ejemplo de esta facultad
se da en la visita matinal que las gemelas hacen a la escuela de se�oritas,
cuando el maestro de canto queda prendado de Frida, y �sta se interesa en el
Conde, con fuerte influencia del síndrome de la manzana prohibida, atribuible
a Peter Cushing, su t�o.
Arreglada
la cita nocturna, la rebelde es vampirizada, y luego liberada en los bosques,
para depredar a los incautos. Es interesante la explicaci�n que Karnstein le
da antes de morderla, respecto de que los buenos y los inocentes mueren, mientras
que el resto de los mordidos vuelven como vampiros. Una defensa a favor de Frida
es que al menos no ataca a su hermana, pero un an�lisis m�s profundo revela
que sus m�viles son resguardarse bajo la tutela de su t�o, a quien enga�a gracias
a la impostura respecto de su hermana. Esto dura poco, dado el tendal de muertos
que deja la desprolija hermana, lo que repercute en la feligresía puritana,
movi�ndoles a capturarla, lo que nos confirma que los Karnstein también
temen a la cruz. No obstante, Karnstein se vale de la semejanza con su hermana,
y huye con Frida al castillo. De nada valdr�n los sirvientes: ¡la multitud
est� enojada! Tras sacrificar a su reina, Karnstein captura la reina de las
piezas blancas. Us�ndola como escudo, impreca a la multitud, dando tiempo a
Cushing para un fallido intento de rescate, lo que a su vez abre la posibilidad
para el consabido desenlace. Una vez m�s, los vampiros se desintegran al ser
atravesados por la lanza (en este caso, de metal). Si el conde Karnstein no
requiri� ser decapitado, tal vez se deba que no se trata de la generaci�n original
de vampiros. No obstante, n�tese que el conde y su progenie gozan del poder
de hipnotizar con la mirada, facultad de la que gozan todos los vampiros, como
se ha visto.
LUST FOR A VAMPIRE (Ataúd para un Vampiro-1972)
El
film comienza con otra situaci�n aleccionadora de lo que sucede a las ni�as
que desobedecen a las prescripciones paternas: con el consabido tajo-en-la-garganta,
es realizada una ceremionia de resurrecci�n de lo cual surge una blonda en cueros.
A ello ayud� un se�or con conjuntivitis que obra la parte del tutor, pretendiendo
as� establecer continuidad con los personajes de VAMPIRE LOVERS. Craso error,
pues la referencia no ayuda e incluso un film relativamente aut�nomo como fue
TWINS OF EVIL logra erigirse por s� s�lo como uno de los mejores films de vampiros
que produjo la Hammer. La presente trama nos ofrece a un p�caro que alardea
de ligero, manoseando a las muchachas del pueblo, a lo cual interviene el tabernero,
quien (cual almacenero de barrio) se planta como la autoridad de folklore local,
introduciendo al protagonista (y al auditorio) respecto del mito de los Karnstein,
en cuanto al ciclo de 40 a�os al cabo del mismo los referidos vuelven a medrar
en la regi�n, reencarnando sus esp�ritus en cuerpos jóvenes (lo cual
explica que cada vez que aparece Carmilla, se trate de una actriz distinta).
El incr�dulo escritor visita al castillo Karnstein, el cual ha caído
en ruinas desde el anerior film. Ahora, lo que resulta incoherente es que, por
intentar dar un toque g�tico al escenario, el mismo quede tan recargado que
al lado del comedor se ubica la cripta con sus sepulcros de piedra, igual que
en el anterior largometraje. Eso es comer en familia... Vali�ndose de ardides,
el otrora Lord Courtley (en TASTE THE BLOOD OF DRACULA) ejerce como profesor
de literatura en el internado de se�oritas pr�ximo al castillo. All� conoce
a una rubia se�orita auspiciada por una t�a condesa. Y desde que la se�orita
Herritsen, llamda Mircalla, arriba al lugar, se suceden las muertes entre los
habitantes de la villa. Entre ellos, se agradece el haber despachado al Sr.
Giles, sujeto aborrecible si los hay. Este film posee tal vez el m�s alto n�mero
de escena de desnudez injustificada en la Hammer. Ahora bien, en lo referente
a los vampiros, se observa que los íconos protectores no tienen ningun
efecto cuando el portador los rinde, resignando as� su protecci�n. Es una pena
que la pel�cula se desgrane en el tri�ngulo amoroso formado por la profesora
de educaci�n f�sica (que corretea tras el profe de Literatura), el profe de
Literatura (que acosa a la alumna Herritsen), y fraulein Herritsen (que se abalanza
sobre alumnas y otras muchachas).
Resulta
deplorable que, para hacer funcionar el tema del anagrama (que proven�a de la
novela original) se vea escrito en el sepulcro el nombre "Carmilla", pero la
experiencia m�s traum�tica para el incauto espectador resulta ser (no, aparte
de las actuaciones) esa maldita canci�n, "Strange Love", que nos tortura machaconamente,
que no nos distrae ni la Steensgaard, cuando pone los ojos vizcos en sus momentos
de extasis. Mientras tanto, es el tutor quien oculta los rastros que obran sobre
los despojos de nuestra vampira. En la escena en que Carmilla intenta destruir
a la profesora de Educaci�n f�sica se confirma que los vampiros temen a la cruz.
Asimismo, los vampiros Karnstein contin�an caminando bajo el sol. Las cosas
se precipitan cuando por la aldea acierta a pasar un sacerdote, que demuestra
mayor conocimiento que el m�dico, lo que redunda en desprestigio hacia el �mbito
acad�mico (recuerdese que el Helsing de Cushing conviv�a pac�ficamente con la
Medicina). Mientras tanto, el profe se entreg� al escabio y se une a la marcha
que se dirige al castillo, en repudio a los vampiros. M�s curioso que convencido,
el profe llega al patio de armas con la muchedumbre, y ante las manifiestas
intenciones incediarias, intenta detenerla, dado que el sacerdote lo ha ilustrado
respecto de que el fuego no destruye a los vampiros (relaci�nese esto con el
final de SCARS OF DRACULA). Impotente, trata al menos de salvar a Carmilla,
la cual ha cedido al influjo maligno de su tutor. El forcejeo que sigue culmina
cuando un madero cae desde el techo en llamas, y vemos que Carmilla, cada vez
que le clavan algo, pone los ojos estr�bicos. Y si bien no lo toman a bien sus
tutores, asisten impasibles a su propia inmolaci�n bajo las llamas, en una muestra
final del mismo castillo de SCARS...
CAPTAIN KRONOS (Capitán Kronos, Cazador de Vampiros-1974)
Este
largometraje comienza con una inocente declamaci�n: "la vanidad no es un pecado,
¿no?". El espectador ignora que �ste ser� el leit motiv de los vampiros
en esta ocasi�n. Haciendo paralelo con COUNTESS DRACULA (que nada tiene que
ver con los vampiros, y por ello es excluída de este art�culo), vemos
que las v�ctimas son drenadas de sangre y juventud. Curiosamente, estos vampiros
matan las flores al pasar cerca. En cuanto al cazador de vampiros, es convocado
por un m�dico amigo. En una charla delante de la chimenea, se se�ala que hay
diversos tipos de vampiros, y consecuentemente diversos tipos de ataques, y
lo mismo se puede decir de las formas de destruirlos. En relaci�n a todo lo
dicho sobre la cruz, se afirma que la cruz s�lo protege a los que creen en ella.
Y si hablamos de cruces, este crítico aun se pregunta qu� diantres significa
esa cruz cuyos brazos se doblan hacia abajo... estas met�foras... Note el lector/espectador
que el alféizar de la ventana en la iglesia es el mismo que aparece en
la iglesia desacrada al comenzar DRACULA HAS RISEN FROM THE GRAVE.
En
relaci�n a los trucos basados en el folklore, vemos que el erúdito que
asiste a Kronos entierra bichos dentro de cajitas de madera. La raz�n de esto
es que, al pasar un vampiro por all�, el animal revive, lo cual al menos indica
el sendero que transita el depredador, y de all� las posibles direcciones de
su paradero. Ante el acaecimiento de otra muerte, y la resurrecci�n de otra
ranita, el m�dico oculta informaci�n y se dirige por su cuenta al castillo pr�ximo,
para interrogar a los dos jóvenes rozagantes que all� habitan. Mientras,
las andanzas del cazavampiros no pasan desapercibidas, y el cochero empleado
en el castillo paga a un espadach�n para que lo detenga, creo que yo lo har�a
para que deje de usar una katana para escarbar tierra... Como sea, los mercenarios
resultan poca cosa para el oficial, que los despacha con su katana-system. Al
mismo tiempo, el m�dico entrometido es atacado al cruzar el bosque, pero en
lugar de ser drenado de juventud (cosa dificil) recibe el Bautismo, con lo que
se siembra la amenaza entre los h�roes. Asimismo, en este film regresan los
murci�lagos agresivos que atacan campesinas, evidenciando que no es un buen
lugar para las doncellas. Volviendo a los jóvenes del castillo, se revela
que la se�ora del castillo, la madre postrada en apariencia, no es Durward de
nacimiento, sino por afinidad. ¿A qu� casta pertenecer�?
Al
descubrirse que el m�dico es vampiro (y comerse �ste un sopapo digno de "Titanes
en el ring"), tomamos noticia de que fue �l quien, bajo la forma de murci�lago,
atac� a la campesina. Acto seguido empiezan a desfilar estacas, y nada... ¡un
lazo de horca! y nada... Hasta que por accidente se le clava uno de los brazos
de la cruz que lleva sobre el pecho, y esto por fin logra la absoluci�n. Esto
da la pauta para que se roben una cruz de la sacrist�a cercana y con ella forjen
un estoque. Pero ser� otra muerte la que dar� la pista para seguir al carruaje
con el escudo de Durward, marcando el camino para los paladines. Armado con
la espada hecha con hierro de cruz y un espejo en la hoja, para evitar la hipnosis,
cruces pintadas en la piel (como Jubei Yagyu en "Makai Tenshoh") y ajos en los
brazos, nuestro espadach�n encara el castillo junto a sus amigos para ejecutar
una cl�sica jugada "Caballo de Troya". Echando la carnada, los vampiros no tardan
en aparecer, siendo detenidos por Kronos. Un breve mon�logo nos informa que
la se�ora de Durward en realidades una descendiente de... ¡los Karnstein!
Claro que ya que estamos, revivi� a su esposo, y ambos han rejuvenecidos gracias
a la sangre de las se�oritas que matan. Para colmo, el se�or de Durward es un
fer�z espadach�n. Bueno, sigue la t�pica escena digna de Errol Flynn, a pura
cuchillada. En un descuido de soberbia, pasa lo que tiene que pasar, y el h�roe
no se detendr� ante una mujer desarmada. Tras dejara atr�s a los huérfanos,
se monta al caballo y as� nos despedimos del ultimo film decente sobre los vampiros
que hizo la Hammer.
Epílogo
No
pretendo haber hecho una rese�a prolija de los argumentos, pues no es la finaliad
del art�culo, y adem�s arruinar�a el suspenso. Muchas veces nos mover�n a risa
estos filmes, pues hoy los vemos desde una �ptica post. Pero si hacemos el ejercicio
de imaginarnos all� por el '72, pagando media libra por entrar a una oscura
sala de cine, refugiándonos de una helada noche londinense, de g�lida
neblina, y con la última canci�n de los Rolling Stones sonando en la
cabeza, tal vez seamos m�s justos con estos filmes. Y uno puede caer en la tentaci�n
de acompa�ar la sesi�n bebiendo una Guinness, y as� le parecer� m�s impresionante
la pel�cula. Pero no se olvide que as� baja el nivel subjetivo, en lugar de
subir la calidad objetiva. Por eso, jovencitos y jovencitas de hoy y siempre,
os recomiendo verlas bebiendo un buen t� humeante en un noche cerrada y fr�a.
Intent� hacer este art�culo como homenaje a una est�tica y a esas personas que
trajeron estos filmes aqu� cuando eran primicias, y por eso, lo dedico a mi
t�a y especialmente a la gente que trabaj� en Videorecords de Buenos Aires,
Argentina. Mis agradecimientos van a mis amigos de Videoteca Rosario, a Juan
Carlos Moyano y particularmente a Darío Lavia
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