Seccion: Entrevistas (Lecturas: 12935)
Fecha de publicación: Diciembre de 2010
Terror en la TV argentina: Entrevista a Darío Billani
Se suele considerar al Terror como género menor dentro de la cinematografía argentina debido a que nunca hubo una seguidilla de películas lo suficientemente sólida y un interés del público mantenido en el tiempo como para servir de sustento a la noción de género. Esta percepción cambia al incluir la nómina de programas y ciclos televisivos terroríficos, que sí evidencian épocas en que el Terror era un género de consumo más para los espectadores, sean de cine o TV. Darío Lavia
Este artículo se publicó originalmente en el Libro de Oro de Cinefania 2009-2010.
I – DE LOS PRECEDENTES DEL TERROR EN LA
TV ARGENTINA DE LA DÉCADA DEL '50; DEL POR QUÉ SE HACE TERROR, SI POR NECESIDAD
DEL PÚBLICO, POR CAPRICHO ARTÍSTICO O UNA HÁBIL VERTIENTE AVIZORADA POR ALGÚN
PRODUCTOR
En primer lugar, es necesario comenzar con una
aclaración importante: los pioneros de nuestra televisión fueron un puñado de
valientes que se animaron a dar los primeros pasos en un medio en el cual nadie
creía (incluido el propio Gobierno Nacional). De 1951 a 1960 podemos decir que es una etapa de búsqueda,
de ensayo y de experimentación. Por esa razón, los primeros programas que
pueden verse (en absoluto “vivo y en directo”) son espacios radiales que fueron
adaptados a la pequeña pantalla.
Esta noche Obras maestras del Terror, La Nación (31-08-1959)También comienzan a adaptarse algunos clásicos
de la literatura universal y es ahí donde encontramos la primera muestra de
terror en nuestra televisión: El Fantasma de la Ópera,
realizada en 1952. Fue una adaptación del productor Miguel de Calazans (hombre
fundamental en los primeros diez años de TV argentina), con dirección de
Alfredo Laferriere y las actuaciones de Luis Alberto Negro y Raissa Bignardi. Hemos
de asumir que el género fantástico, tan amplio como alucinante, es un género
“con gancho”. Las experiencias en cine hasta ese momento habían tenido una
aceptación más que considerable por parte del público, por tal razón entiendo
que incluir el género en los primeros pasos de la programación criolla tiene
que ver con una idea acertada de algunos productores que, como Calazans, le
darían forma y estilo a la incipiente televisión nacional.
II – DE CUÁNDO SE PUEDE COMENZAR A
HABLAR DE UNA IDENTIDAD TELEVISIVA PROPIA Y SEPARADA DE LA RADIO; DE OTROS
PROGRAMAS RELACIONADOS CON EL TERROR; DE QUÉ FUENTES LITERARIAS SE ERIGIERON
COMO MODELOS A SEGUIR PARA ATRAER EL GUSTO DEL PÚBLICO
La identidad propia la adquiere ya a mediados
de los ’50, afianzándose en 1960 con la aparición de los dos canales privados:
el 9, bajo la batuta de Kurt Lowe, productor publicitario muy conocido en el
mundo del cine y el 13 con toda la experiencia del cubano Goar Mestre. Así y
todo, hasta avanzados los años ’60 seguían adaptándose viejos éxitos de la
radio. El terror, como te contesté más arriba, aparece en 1952 y también lo
hace el suspenso con un ciclo que se llamó El Caso de los Cuatro Sospechosos bajo libro de Josephine Bernard con Alma Vélez y Enrique Fava. Al año
siguiente se producen las primeras adaptaciones de Poe en la TV argentina a cargo de Ignacio Covarrubias,
dirección de Oscar Orzábal Quintana y un reparto encabezado por Raúl Rossi,
Américo Sanjurjo y Emma Bernal, entre otros en un espacio que se tituló: Los
Grandes Maestros del Misterio. Salvo la presencia de Rossi, se percibe que
los primeros actores que se “animaron” al nuevo género no eran primeras
figuras. Los únicos con relativa popularidad que supieron asumir el nuevo medio
como algo de proyección importante fueron Raúl Rossi, Ana María Campoy y José
Cibrián. Es justo destacar otro ciclo con producción y dirección de Orzábal
Quintana: Misterios en la Historia del Mundo, con libretos de Miguel de
Calasanz y elencos rotativos. La investigación de estos ciclos resulta muy
dificultosa, ya que no hay registros de continuidad en algunos ciclos y otros
títulos sólo registran un par de emisiones.
III – DE COMO SE PASÓ DE CICLOS TELEVISIVOS
AISLADOS A VERDADEROS FENÓMENOS POPULARES CONSAGRADOS COMO GÉNERO GRACIAS AL
IMPULSO DE LOS IBÁÑEZ (MENTA Y SERRADOR)
Narciso vuelve con Obras Maestras - tapa de Canal TV (Mayo 1962)
Indudablemente debemos marcar como verdadero
“mojón” al enorme esfuerzo de producción que significó en 1959 Obras
Maestras del Terror (también conocido como Las Grandes Novelas de Terror).
Con ese ciclo se constituye la presencia fundamental de Narciso Ibáñez Menta
como único cultor del género, junto a su hijo Chicho y Martha Reguera tras las
cámaras. Al año siguiente, el boom nace junto con canal 9: El Fantasma de la
Ópera, dentro del mencionado ciclo. Esta miniserie inaugura, además, el video
tape (verdadera proeza técnica para la época) e instala definitivamente el
terror en la pantalla chica argentina.
IV – DE OTROS CICLOS O ARTISTAS QUE SE
ATREVIERAN A INCURSIONAR EN EL TERROR DURANTE LOS AÑOS '60
El Muñeco Maldito, Radiolandia (20-04-1962)Tras el puntapié inicial de los Ibáñez hubo
propuestas interesantes, tal el caso de Más Allá del Miedo cuyos libros
tenían a Nathán Pinzón como responsable de adaptación y a Martín Clutet tras la
producción y dirección integral. También Javier Portales aborda la temática
como responsable de la puesta en escena de un ciclo olvidado: El Límite y el
Miedo, bajo libro de Sebastián Carlés y dirección de cámaras de Roberto
Herráiz. No debemos dejar de lado el impulso breve, pero importante, de un par
de ciclos dedicados a la ciencia-ficción: Z.P. 15 al Espacio, de Alfredo
Lima, con el insólito protagónico de Mercedes Carreras, acompañada por Alberto
Argibay y Darío Vittori; y el fundamental Mañana Puede ser Verdad donde
Chicho Serrador (Luis Peñafiel) adapta por primera vez las obras de Ray
Bradbury para la pequeña pantalla. Este programa registra dos temporadas
exitosas (1962/63). El programa, además, registra como protagonistas a Narciso
y Chicho, trabajando juntos ante cámaras. Es la época de otro hito de la dupla
Ibáñez Menta-Reguera, esta vez por canal 7 y con adaptaciones de Jacobo
Langsner: El Muñeco Maldito, original de Gastón Leroux, que alcanzó una
excelente repercusión, pero si igualar el éxito de El Fantasma de la Ópera.
El suspenso también estuvo presente en el formato de unitarios a través de Teatro
de Suspenso y en el ciclo con continuidad Crimen perfecto,
adaptación de la novela de Frederik Knott a cargo de Graciela Tesaire, con un
elenco importante encabezado por Ernesto Bianco y Beto Gianola. Luego de un
espacio sin producciones, el género llegaría a su más alta cota en 1969...
Sería justo y prudente mencionar un ciclo
olvidado, producido en 1966 por el entonces recién inaugurado Canal 2 de La Plata: Grand Guignol, con protagónico
exclusivo de Lautaro Murúa (además responsable de la puesta en escena), la
reaparición en TV de Egle Martín (otrora diva indiscutida de los ’50) y la
participación de Hugo Guerrero Marthineitz. Fue un programa donde se pusieron
en juego los talentos más importantes del nuevo canal pero que
desgraciadamente, a pesar de ser auspiciado por ESSO, no cumplió con las
expectativas en cuanto al número previsto de televidentes. Las críticas de la
época le auguraban un buen futuro a pesar de señalar algunas falencias en la
dirección de actores y puesta de cámaras.
V- DE
CÓMO PARA "EL HOMBRE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE", EN VEZ DE ABREVAR DE
FUENTES LITERARIAS, SE FABRICÓ UNA FICCIÓN EN BASE A HECHOS RECIENTES QUE HABÍAN
ACAPARADO ATENCIÓN PÚBLICA; DE SI HUBO UN CORRELATO CON LA SITUACIÓN POLÍTICA ARGENTINA DE ESA ÉPOCA; DE
CUÁL FUE LA
MAGNITUD DEL
ÉXITO DE ESTE PROGRAMA Y QUÉ OTROS PROGRAMAS TRATARON DE EMULARLO
Supongo que el hecho de ubicar las acciones de
este programa en un país imaginario tiene que ver, indudablemente, con el
tiempo político de entonces: 1969 es el año del “Cordobazo”, hecho que indica
el principio del fin del gobierno del general Onganía. La censura estaba
implícita como algo “normal” entonces. Un par de años antes, Alberto Migré debió
ubicar la cárcel para sus Mujeres en Presidio en una ciudad inglesa
imaginaria. En El Hombre…, además de la geografía imaginada, los nombres
de los personajes tienen una mezcla entre ingleses y alemanes; es decir: todo
lo malo pasa en Europa o lugares remotos. Como hemos señalado en la entrevista
referida a El hombre…[1], el tremendo suceso del ciclo está
directamente relacionado a la interesante vuelta de tuerca sobre un tópico ultra
repetido, una historia de amor secundaria dentro de la historia que está bien
insertada y el paralelo científico que se traza con la “época de los
trasplantes” que se estaba viviendo entonces.
Narciso asegura que El monstruo no ha muerto - TV Guia (Mayo 1970)
Paralelamente, Canal 11 lanza El Teatro de
Myriam de Urquijo de excelente realización (Jorge Falcón en los libros y
Francisco Guerrero en la dirección integral) y con una actriz brillante y
temperamental al frente de tres historias originales que se movieron entre el
terror y la ciencia ficción (en una de ellas de aborda con verosimilitud el tema
de la criogenia, que por entonces apenas se insinuaba). El programa tuvo sus
seguidores pero, evidentemente, el “boom” fue El Hombre que Volvió de la Muerte
un ciclo que ya es uno de los mayores mitos de la televisión argentina.
VI – DE COMO OTROS CANALES LANZAN SUS
PROPIOS PROGRAMAS DE TERROR O BIEN, LOS PRIMEROS ESPACIOS DEDICADOS A PROYECTAR
LARGOMETRAJES EXTRANJEROS DE TERROR
Luis Brandoni y Miguel Ligero en Esta noche miedo - Canal TV (15-04-1970)
Además del mencionado Ciclo Myriam de
Urquijo, debemos mencionar Historias para no Creer, con protagónico
absoluto de Beatriz Día Quiroga acompañada por elenco rotativo, con libros de
Armando Baielli y Carlos Latorre y la dirección de Rubén Marucci. También en
1970 y por el mismo Teleonce, Alberto Migré, bajo el seudónimo de Jorge Sayé,
escribe algunas historias originales y adapta otras para el ciclo Esta Noche...
Miedo, unitarios con Thelma Biral, Luis Brandoni, Rosa Rosen y elenco
migreriano. Indudablemente respecto a la emisión de cine de terror, las plamas
se las lleva Teleonce. Primero, en Sábados de Súper-Acción y luego en un
ciclo que podemos apuntar como antecedente inmediato de Viaje a lo Inesperado,
me refiero a Cine Fantástico.
VII – DE CÓMO COINCIDIÓ EL PREANUNCIADO FINAL
DE LA
LLAMADA “REVOLUCION ARGENTINA” CON LA DISCONTINUIDAD DEL TERROR; DE CUÁLES
FUERON LOS ÚLTIMOS PROGRAMAS DE ESTE BREVE FLORECIMIENTO DEL GÉNERO
Particularmente creo que los canales no
realizaron los esfuerzos suficientes para sostener el género. También es
importante destacar que los recursos de producción para este tipo de programas
son más complejos, exigen elementos y talentos que la ficción “normal” no
utiliza; como así también mucha realización en exteriores. Los últimos intentos
fueron bastante dignos. En 1973, Romay lanza El Barón de Brankovan (El Exterminador),
con libro de Gerardo Galván, un elenco multiestelar (Aldo Barbero, María Vaner,
María Aurelia Bisutti, Dora Baret, Rosa Rosen, etc.) y la dirección de María
Herminia Avellaneda; a pesar de todo el ciclo no funcionó como el canal
esperaba.
Dr Jekyll hace de las suyas - TV Guía #423 (01-09-71) (Gentileza J.C. Moyano)
En 1974 encontramos el último gran intento: Chicho
Serrador presenta a Narciso Ibáñez Menta donde, por intermedio de Teleonce,
padre e hijo recrean para la pantalla argentina un puñado de las Historias
para no Dormir que Chicho realizara a mediados de los ‘60 en TVE. Lo poco
que se ha conservado del ciclo demuestra un verdadero esfuerzo de producción,
con calidad, profesionalismo. Pienso que algunos episodios estuvieron más
logrados que los realizados en España. Se rodeó a Narciso de verdaderas
primeras figuras, como Olga Zubarry, Esteban Serrador, Víctor Laplace, Luis
Tasca y Leonor Manso entre otros. Si hablamos de una “despedida” del género, a
través de este programa el final de esa etapa fue dignísima.
VIII – DE CÓMO SOBREVIVIÓ EL TERROR EN
EL DURO SEGUNDO LUSTRO DE LOS AÑOS '70; DE LA SIGNIFICACIÓN DE “VIAJE A LO
INESPERADO”
En esta version, Drácula mata a Harker en el castillo - La Nación (15-12-1979)
Podemos decir que sobrevivió gracias a las
películas emitidas en variados ciclos, sobre todo en Canal 11. Salvo alguna
adaptación -más cercana a lo fantástico que al terror- en Alta Comedia o
Escenario Universal, la producción argentina tuvo un parate
significativo habida cuenta que el segundo lustro de los ’70 trae - desde el
cine - aires renovados para el terror gracias a títulos como El Exorcista,
Carrie y La Profecía. En 1979, Canal 13 contrata a Narciso Ibáñez
Menta para un ambicioso proyecto: Mañana Puedo Morir, de triste
recordación. Narciso me ha dicho en una entrevista que le realicé en 1997, que
aquello fue “un despropósito desde los libros... a pesar que seleccioné hasta
nueve autores para escribir esos unitarios. Lamentablemente no funcionó”.
Apoyado por un buen elenco y la dirección de Alberto Rinaldi, el ciclo pasó con
más pena que gloria. En el final de la temporada ’79, la realización de Hay
que Matar a Drácula de alguna manera reivindica el fracaso del ciclo anterior.
Por cuestiones contractuales, Narciso estuvo ligado durante toda la temporada
1980 al Canal 13 y así ingresa a la memoria colectiva de las nuevas
generaciones que lo esperaban cada sábado a las 22, para verlo presentar los
filmes de terror en Viaje a lo Inesperado. Ese ciclo significó una
verdadera revalorización del género en la pantalla chica: primero, al ser
presentado por Narciso Ibáñez Menta, lo cual le otorgaba un aval impresionante
y segundo, estar ubicado en un horario central para nada desdeñable en aquellos
tiempos.
Nathán Pinzón se las trae - TV Guía (11-7-1981)
Durante la temporada 1981, el encargado de
presentar cada película fue el actor Nathán Pinzón quien también se convierte a
partir de ese trabajo, en una suerte de “marca” para el ciclo. Por esas cosas
de la televisión argentina, el ciclo se suspende en 1985, pero en Canal 12 de
Córdoba se emite hasta 1996...
IX – DE CÓMO UN CANAL CUYA PROGRAMACION
ERA REGULADA POR ELEMENTOS DEL CLERO FUE AL MISMO TIEMPO PROPULSOR DEL TERROR
CON EL FAMOSO 'SÁBADOS DE SUPER ACCIÓN' Y 'CINE FANTÁSTICO'; DE OTROS CICLOS DE
PRESENTACIONES DE PELÍCULAS DE TERROR
Lo que a la Iglesia siempre le ha provocado escozor son
los contenidos que aludieran directa o indirectamente a lo erótico. Lo demás,
está permitido. Recordemos el levantamiento de La Marca del Deseo en Telefé.
Cuando el éxito de Viaje a lo Inesperado
se hizo notable (llegó a estar entre los 20 programas más vistos en 1980/81),
ATC lanzó un ciclo similar en el mismo horario: Antología del Terror,
sin presentador pero con películas similares. En los primeros tres meses se
acercó bastante a Viaje… para luego decaer y desaparecer finalmente de
la oferta programática del canal decano. Más acá en el tiempo se intentaron
algunas cosas por el estilo, con presentaciones a cargo de muñecos (Cine Z,
con los cuervos por I-Sat), Axel Kutchevasky (en Canal 9) y Alberto Laiseca (en
Vade Retro, por Retro).
X – DE LOS CICLOS MÁS DESTACADOS DE
TERROR O BIEN QUE TUVIERAN ELEMENTOS DE TERROR EN LOS AÑOS ’80; DE CÓMO EVOLUCIONÓ
EL GÉNERO DESDE EL REGRESO DE LA DEMOCRACIA
EN
1983 HASTA LOS ALBORES DEL LOS DIVERSIFICADOS AÑOS '90
Debemos señalar dos ciclos importantes que se
produjeron el mismo año: Momento de Incertidumbre, lanzado casi sin
promoción previa por Canal 13 en el verano de 1985. Un programa de Rodolfo Ledo,
con protagónico absoluto de Rodolfo Ranni, que contaba historias sobrenaturales
muy bien realizadas. Un interesante elenco rotativo integrado, entre otras
figuras, por Elena Tasisto, Nora Massi, Lydia Lamaison, Golde Flami, Cristina
Murta y Ricardo Lavié. Con una acertada dirección de cámaras de Eduardo
Valentini, el ciclo culminó en mayo con niveles de audiencia in crescendo. Como
ocurre siempre, no se esperó a que el programa madurase. Fue un desacierto,
además, lanzarlo en el verano y en un horario desfavorable.
La segunda propuesta, El Pulpo Negro, marca
el retorno de Narciso Ibáñez Menta a la televisión argentina (un par de años
antes ATC había emitido los tapes de las nuevas Historias para no dormir,
producidas para TVE en 1982). El ciclo, del cual ya hemos hablado [2], revalorizó
el género desde su máximo creador y aunque se descuidaron detalles importantes
inherentes a la producción y el guión, fue un producto digno. No hubo
intenciones del canal de rodar una segunda miniserie y tuvimos que conformarnos
con ver a Narciso desde un escritorio presentando episodios de Teatro de Misterio
Fox, en un programa que recordó vagamente aquellas noches de Viaje a lo Inesperado,
esta vez los jueves bajo el título de Buenas Noches, con Miedo.
XI – DE CÓMO EN EL SEGUNDO LUSTRO DE LA DÉCADA DEL 90 SURGIÓ EL
ÚLTIMO BOOM DEL TERROR; DE LA APARICIÓN DE FICCIONES DE TERROR QUE
COMPITEN ENTRE SI; DE COMO COMIENZAN A DESTACARSE LOS AUTORES MÁS ALLÁ DE LOS
ACTORES Y TEMAS; DE CÓMO SE GESTÓ ESTE REPENTINO INTERÉS POR EL TERROR, Y CUÁL
FUE SU EVOLUCIÓN, CÉNIT Y DECADENCIA
Lito Cruz tras El Garante, Canal 9
Deberíamos apuntar como renovador el excelente
producto presentado por Alejandro Borensztein, en 1997 y casualmente por la misma
pantalla de Canal 9 que emitiera los éxitos de Ibáñez Menta: El Garante,
de excelente factura y actuaciones inolvidables. Al año siguiente, los
talentosos hijos de Tato Bores presentan La Condena de Gabriel Doyle,
que a mi criterio significó la mejor vuelta de tuerca sobre el tema del “hombre
invisible”. Lamentablemente, como ocurre siempre, al ciclo no se lo esperó y lo
levantaron abruptamente. La decadencia es lo que frena la evolución; prueba de
ello es el fracaso de Diego Kaplan al recrear, a través de una adaptación
mediocre, la obra de Bram Stoker Drácula. Un argumento endeble,
producción precaria y dirección más que rutinaria que no pudieron salvar
figuras de prestigio como Lorenzo Quinteros y Ulises Dumont. Ese mismo año Pol-ka
produce para Canal 13 Por el Nombre de Dios, una miniserie que obtuvo
buena crítica e interesantes niveles de audiencia a pesar de estar ubicada en
un horario inusual (lunes a las 23). Una historia que arranca en el siglo XIV y
que se proyecta hasta nuestros días, con el protagónico de Alfredo Alcón y
Adrián Suar, con elementos impactantes desde lo visual (buena dirección de
Jorge Nisco). El argumento que mezcla elementos de la inquisición, profecías y
muchos crímenes, decae en el interés de la audiencia a la mitad de sus 13
capítulos.
Alcón invocando Por Nombre de Dios, Canal 13
Sangre fría (2004)
no agrega elementos renovadores al género, un producto más al servicio de los
adolescentes seguidores del gore y las habituales tramas de teenagers
asesinados. Un elenco conformado por jóvenes promesas de la época como Mariano
Martínez, Dolores Fonzi, Nahuel Pérez Biscayart y Alejo Ortiz quienes estuvieron
casi a la deriva en esa desacertada adaptación de la película Batalla Real.
Párrafo aparte merece Historias de Terror
(2004), un intento conjunto entre el INCAA y Canal 7 para abordar el género con
seriedad y profesionalismo. Doce directores convocados para desarrollar este
ciclo de unitarios que abordó las más variadas temáticas dentro del género,
incluyendo una versión bastante acertada y original de Drácula,
realizada por Alexis Puig, un director apasionado y gran defensor del terror en
la pantalla chica.
Acerca de la malograda remake de El Hombre
que Volvió de la Muerte (2007), poco hay para decir lamentablemente en
cuanto a calidad. El público, a pesar de los esfuerzos de Canal 13 por “inflar”
el rating, le dio la espalda en el segundo capítulo. Quizá los canales,
guionistas y productores debieran reflexionar que trabajar el género de terror
en televisión es difícil e implica una responsabilidad mayor que la producción
de otros formatos de ficción.
XII – DE LOS MÉTODOS DEL TERROR PARA LA TV ARGENTINA DEL 2010; DE SI
ATRAE MÁS INTERÉS DEL PÚBLICO LA HISTORIA
SERIALIZADA O BIEN EL FORMATO UNITARIO; DE QUÉ IDEAS O FORMATOS
EXTRANJEROS QUE SE HAN REVELADO EXITOSOS FUERA PODRÍAN ADAPTARSE A NUESTRA TV
Si hablamos de métodos, creo que las viejas
fórmulas siguen siendo infalibles y dependen, eso sí, de las adaptaciones.
Particularmente creo que la fuerza del género radica en la historia. Tiene que
ser, esencialmente, una historia bien contada. A ese elemento fundamental hemos
de añadirle un elenco profesional y un director absolutamente comprometido con
el producto que ha de emitirse. Una manera de “testear” a la audiencia podría
ser la producción de algunos “especiales” como punto de partida para la
realización de una miniserie. Los programas por el estilo que actualmente se
emiten, han tomado como línea argumental los fenómenos parapsicológicos lo cual
indica que están ofreciéndose productos más cercanos a las paraciencias o
ciencia-ficción que al terror. Convengamos que el género ofrece una amplia gama
de matices, podemos generar terror desde una situación cotidiana sin tener que
apelar a monstruos, zombis o vampiros; prueba de ello fueron las excelentes Películas
para no Dormir un producto que se erige como el mejor espejo en donde
reflejarse.
Notas
1- El Hombre que volvió de la Muerte:
Entrevista a Darío Billani sobre el paradigmático ciclo fantástico
protagonizado por Narciso Ibáñez Menta. Publicada en Terror Universal,
septiembre 2007
2- El Pulpo Negro: Entrevista a Darío
Billani sobre el último ciclo exitoso de Ibáñez Menta en la televisión
argentina.
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