Seccion: Películas (Lecturas: 1811)
Fecha de publicación: Octubre de 2018
El extraño caso del hombre y la bestia
En la época que el cine argentino adaptaba los clásicos de la literatura universal, una rara avis de fantasía terrorífica que es preciso rescatar. Ramiro San Honorio
Dentro de los compartimentos que guardan archivos en nuestra memoria suelen destacarse ficheros con los títulos de películas que nos han tocado alguna fibra emocional o nos han impactado. Pues bien, este caso en particular les digo que este filme es del segundo grupo, esos que logran impacto por la sola experiencia de sumergirnos en un mundo lleno de climas y personajes inquietantes, llevándonos de viaje a través del tiempo.
La película en cuestión se sitúa en los fabulosos años dorados de nuestra querida industria
cinematográfica y viene de la mano de un director cuya firma y obra ha dejado un sello imborrable
en nuestra cultura, pero del cual las nuevas generaciones saben poco o nada del mismo.
La huella de este gigante ha quedado bien marcada aunque en estos tiempos no es tan recordada.
Por ello, como siempre digo, para entender mejor la obra hay que conocer también
el hombre detrás de las cámaras y conocer su historia.
¿Se imaginan un joven nacido en Florencia, Italia, que viaja con su padre a nuestras tierras,
precisamente a Mendoza, estudia y se recibe de técnico electrónico, lector apasionado y fanático
de la actuación; que desde niño realizaba shows con títeres y que debido a su acento
extranjero era el punto de burla de todos los niños; un niño que crece leyendo y escribiendo
guiones y ya de adolescente aprende juegos de prestidigitación e ilusionismo para brindar
shows en la calle; que viaja a la meca cultural de Buenos Aires para intentar suerte con la actuación
y termina como vendedor de diarios, cadete de una imprenta, asistente contable y
camionero; un joven que en la gran ciudad del tango se enferma y no puede trabajar, pasa
hambre y duerme en las plazas?
Pues no se imaginen más, esta es la historia real del artista
que jamás se resignó, un joven que luego de tocar fondo comenzó a dirigir amigos en los teatros
y salir de giras internacionales. Un joven ya adulto que conoce al realizador José A. Ferreyra
y decide emprender de forma autodidacta un camino desafiante, ser director de cine.
Señores, este niño, adolecente, joven y adulto es Mario Soffici, el genio adelante y detrás de
la joya titulada: El extraño caso del hombre y la bestia.
La película en cuestión es “nuestra versión” de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño
caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Una increíble adaptación de Mario y el gran guionista Ulyses
Petit de Murat que cuenta con un elenco que les parecerá familiar: Ana María Campoy,
José Cibrián, la bellísima Olga Zubarry y Federico Mansilla. Destaco a Olga por su belleza y
también por su actuación que parece estar fuera de época, una joven provocativa con registros
actorales muy actuales, y sin revelar detalles dramáticos (spoilear) puedo decirles y afirmar
que la actuación (trasformación) de Mario Soffici -la esencia dual del protagonista- es la más
lograda de todas las versiones existentes en el mundo del cine: sí como escuchan, un trabajo
impecable que nos hace dudar si realmente es el mismo actor quien interpreta la transformación,
y no hablo solo de efectos de maquillaje. Un filme rodado en estudio que deleita por
su grandeza en cuanto a la calidad técnica, actoral y narrativa. Una joya del género terror/fantástico
que merece estar en cada videoteca del cinéfilo. No duden ni un segundo, déjense impactar.
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