Seccion: Artículos (Lecturas: 483)
Fecha de publicación: Octubre de 2019
Halloween con Peter Cushing
Valioso texto escrito y grabado por Peter Cushing para la radio de la BBC en que expone sus piadosos puntos de vista espirituales.
Darío Lavia
Un triste episodio de la vida misma quitó a Peter Cushing la estabilidad emocional y lo sumió en una melancolía que le acompañaría por el resto de su vida... En 1975, escribió y grabó un texto para la radio de la BBC, cuya reafirmación de sus puntos de vista espirituales, lejos de alejarnos del habitual tema fantástico de sus films, nos acerca y familiariza a él. Para ello traducimos y compartimos con ustedes...
El credo de Peter Cushing
No puedo pensar en Jesús sin pensar en Dios. Nunca mejor aplicado
el “de tal padre, tal hijo”. Así que tiendo a pensarlos como
una sola entidad. Por supuesto, esto se aplica a cualquier compañía
espiritual y algunos hemos sido muy afortunados como para haberlo
experimentado. Pienso en Jesús como un hombre que mantuvo su
promesa y amó a la Humanidad más que a su propia vida. Mucha gente
se pregunta:”si eso es verdad, ¿por qué permite que ocurran tantas terribles
injusticias en el mundo?”
Es un hecho, que cuando alguien le dice a su hijo, no hagas tal cosa, lo
más probable es que desobedezca y tal vez, se haga daño. Eso no disminuye
el amor y la preocupación de los padres.
Lo mismo ocurre con Jesús. No es su voluntad la que causa desastres
a través de los siglos, sino la desobediencia del hombre y sus descuidos.
Pero Él sabe que la raza humana solo aprenderá la lección de lo que está
bien y lo que está mal, sufriendo las consecuencias.
Nuestro período de vida es meramente un ciclo de prescolar, durante
el cual uno y cada uno de nosotros debe aprender la lección de la vida,
preparándose para lo que sigue. No creo que lo que cuente sea necesariamente
lo que hacemos o no hacemos… es lo que nos convertimos
como personas.
A veces cuando aprendemos las cosas es demasiado tarde para que
nos sean útiles, lo que me parecería un desperdicio sino fuera por la
eterna promesa de otra Vida en otra esfera, donde nuestros esfuerzos y
aprendizajes al menos puedan dar frutos.
Él no nos castiga, nosotros nos castigamos, de muchas maneras... especialmente
si tenemos una consciencia. Las cuatro últimas líneas de un
poema del finado obispo William Stubbs lo reflejan con una extraordinaria
simpleza. Debido a esa simpleza, su gran impacto. Ahí van:
“Y ahora que se del juicio final,
qué terrible que sea así,
sentarse a solas con mi consciencia
tremendo juicio será para mí”.
Se que hay mucha gente escuchando que, tal y como yo, ha sufrido
por la pérdida de algún ser querido. Hace cuatro años atrás, en enero de
1971, mi amada esposa y compañera durante treinta años, partió. Yo...
pasé por una época que... duró unos dos meses de los cuales solo puedo
describir que me sentía como anestesiado. Lo sentí muy poco.
Después, de repente, me golpeó.
Y en esa época, la caída de la industria cinematográfica lo agravó. Es
que sabía que el trabajo sería lo único que me mantendría sano y me
daría... una razón por la que seguir viviendo.
“Llama, y la puerta se abrirá. Pide y recibirás”.
Recé por ayuda.
Y en el mes de marzo me ofrecieron un filme y durante los siguientes
doce meses aparecí en once largometrajes y he estado empleado casi sin
parar desde entonces. El trabajo constructivo requiere gran concentración,
me mantuvo la mente ocupada y me dejó lo suficientemente cansado
al final de cada día como para zambullirme en el bendito olvido
del sueño.
Y obviamente hubo una respuesta a mi oración. Y una promesa.
Y sé que Él me terminará concediendo lo que deseé tanto en mi corazón:
reunirme nuevamente con mi amada Helen. Porque Él ha dicho,
nos lo ha prometido a todos, que secará cada lágrima de nuestros ojos y
que no habrá más muerte, más luto, más llanto ni más dolor, nunca más.
Y que todas las cosas malas irán pasando.
Hasta que llegue ese momento, con paciencia, tenemos que seguir
adelante el camino que cada uno tiene. La fe nos dará sustento hasta que
llegue el día, si es que se lo permitimos.
Buenas noches y que la bendición de Dios esté siempre con ustedes.