Seccion: Entrevistas (Lecturas: 1410)
Fecha de publicación: Diciembre de 2019
Entrevista a Juan Antonio Molina Foix
Una de las grandes satisfacciones que supuso nuestro reciente viaje a España fue llevarle a don Juan Antonio Molina Foix un ejemplar del #10 de “Cineficción” donde apareció la entrevista que le hiciera José María Marcos vía email. Hospitalario y cordial, don Juan Antonio nos ofreció esta charla en la que recorrimos su trayectoria como traductor y guionista televisivo, la creación de Nostromo y la publicación de “Horrorscope” y, por supuesto, sus gustos personales sobre literatura y cine fantástico.
Fotografías: Juan Carlos Moyano y José Papparelli
Darío Lavia
– Para romper el hielo, hablemos de dos autores que has traducido, Le Fanu y M.R. James, ¿cuáles son sus relatos más representativos?
– De Le Fanu me parece que el mejor es "Carmilla", Drácula debe mucho a "Carmilla" -cosa que ha reconocido el propio Stoker-. De todas maneras, Le Fanu tiene muchos relatos que están muy bien, pero yo creo que el mejor es "Carmilla". Sobre M.R. James... es difícil, no sabría destacar uno sobre otro. A mi me parecen todos muy parecidos, a diferencia de Le Fanu, todos sus relatos de fantasmas mantienen una uniformidad muy grande. Y creo que lo mejor es, por ejemplo, leerse varios seguidos, porque uno se complementa al otro.
–¿Qué película nos recomendarías basadas en estos autores?
– Bueno, pues "Carmilla" ha tenido en realidad varias adaptaciones al cine, algunos tienen algo de interés, por ejemplo, la que rodó Vadim [...Et mourir de plaisir], e incluso Vampyr de Dreyer está inspirada en ella, pero yo creo que tiene cosas de otro relato de Le Fanu que es... "La posada de...
– Será "La posada del dragón volador"…
– En realidad no hay ninguna película acertada, ya que "Carmilla" es un relato, es un relato largo pero no es novela, así que para una película nunca daba. Hay una película que se llamó Drácula y las mellizas que yo creo que está bien, tiene mucho que ver con "Carmilla", pero en verdad nunca ha tenido una adaptación al cine que esté bien. Y de James también. Se da poco, sus cuentos o relatos son poco adaptables al cine, en una película larga...
– Es que nosotros, que tenemos el bichito de la lectura y también del cine, al ver esas películas inspiradas en los libros que leemos no encontramos plena satisfacción, porque tal vez no siempre el medio audiovisual permita adaptar plenamente lo escrito…
– Yo, por ejemplo, hace muchos años para la televisión, adaptaba clásicos para un programa que había de una hora de duración, entonces hice alguno de él, o de Henry James, o de Hoffmann... pero para una película larga pues no daba, no era suficiente...
– ¿Qué programa era para el que adaptaste a esos escritores?
– Se llama Hora Once, que daban a las once de la noche. Estaba muy bien porque hacían adaptaciones de clásicos y... hombre, se hacían con muy poco presupuesto. Se rodaba en uno o dos días. A la gente le gustaba en esa época, lo ponían a las once, un poco tarde, pero para la gente más adicta a esto, estaba bien. Duró un par de años, yo hice algunos pero había otras personas trabajando.
– Trabajar para la televisión, con sus tiempos vertiginosos no es cosa fácil, ¿cómo siguió eso?
– Es que yo, a partir de allí, dejé la televisión. Incluso hice un espacio que se llamaba Novela y daban después de comer, cinco capítulos por semana. Hice un par de novelas, y la última que hice, que era El misterio de Edwin Drood, ya no se llegó a grabar porque el programa se acabó y a raíz de eso y como había comenzado con mi editorial Nostromo, dejé de colaborar con la televisión...
– Un momento, ¿cómo hiciste?, ya que Edwin Drood era la novela inconclusa de Dickens…
– ¡Claro! Lo divertido es que yo me inventé el final... ¡claro! Eso era lo divertido. Pero tío, estaba acabado, había escrito todo y habían buscado a los actores, pero no se llegó a grabar porque hubo un cambio en los directivos y dijeron que el programa ese ya no iría más.
– ¿Recuerdas que adaptaciones hiciste para Novela?
– Hice una novela y ahí me dijeron que "el terror, no", así que hice una novela costumbrista que se llamaba La prima Phillis [de Elizabeth Gaskell], hombre es una novela costumbrista del siglo XIX. Estaba bien pero, bueno... justo la semana que la pusieron yo tenía en casa unos invitados ingleses y se habían quedado alucinados, porque los actores estaban vestidos bien pero hablando español, les alucinaba...
– Llegamos a la época del libro Horrorscope, del que fuiste traductor y editor…
– Horrorscope la gente piensa que lo saqué porque era mi editorial, pero no es cierto. Había una editorial anterior que dirigían unos amigos míos y luego yo convencí que la dejaran y siguieran conmigo, y estaba anunciado. Se llamaba La Fontana Literaria. Y Horrorscope se anunció ahí. Me insistían "escribe algo, haz algo"; les dije el título y el contenido pero sin haber empezado a hacerlo. Ellos tuvieron problemas con el editor y al final abandonaron La Fontana Literaria y con otros dos socios y conmigo, fundamos Nostromo y luego acabé el libro, compuesto por relatos en los que se han basado películas y que me habían gustado. Los traduje, hice un prólogo y saqué el libro... que tampoco era número uno de la colección, fue siete u ocho, pero si no, hubiera salido en la otra editorial.
– Recordemos algunos de los relatos de esa antología: "La mosca" de George Langelaan del film La mosca de cabeza blanca, "El maleficio de las runas" de M.R. James de Una cita con el diablo, "La bestia con cinco dedos" de William Fryer Harvey, del film Dedos macabros, "Espuelas" de Tod Robbins, del film Fenómenos, "La más peligrosa de las cazas" de Richard Connell, del film El malvado Zaroff y "El ladrón de cadáveres" de Robert L. Stevenson que se filmó como El profanador de tumbas. ¿Con el éxito del primer volumen salió el segundo?
– No, no. Salieron los dos a la vez. En principio, sacar dos volúmenes es tremendo para una editorial. Por ejemplo, el segundo volumen de Lovecraft se ha vendido mucho menos... a pesar que es donde están los clásicos, los mejores relatos. Los segundos volúmenes siempre se venden menos. Era una editorial que recién empezaba y en ese momento costaba mucho, entonces la imprenta era muy cara. Yo había escrito para un tomo grande, pero tuvimos que hacerlo en dos tomos y salieron a la vez, para venderse juntos. Y se vendió bastante, no se llegó a agotar, pero se vendió bastante. De hecho, ahora veo que los venden en Internet a un precio elevado.
– Ahora venimos al presente, con Cuentos de un soñador de Lord Dunsany, volumen editado hace nada por Editorial Valdemar.
– Sí, Lord Dunsany me ha gustado siempre, desde hace varios años. En Siruela ya había sacado en los años '80 una antología con varios cuentos pero yo quería sacar Cuentos de un soñador que para mí juicio son los mejores. Pero tiene muchísima obra, porque tiene cuarenta o cincuenta volúmenes de cuentos... aparte de obras de teatro. Un personaje increíble. Quería sacar Cuentos de un soñador pero estaban los derechos vendidos y no pudimos comprarlos así que hice una selección de varios cuentos y salió en el '86...
– Eso fue El país de Yann, por Ediciones Siruela, claro… pero ahora esta edición de Valdemar son más de quinientas páginas!
– Hace años les sugerí a Valdemar a Lord Dunsany pero el problema era que estaba todavía con derechos. De todas maneras sigue con derechos pero al cabo de dos años, Valdemar se pusieron en contacto con la heredera y bueno, llegaron a un acuerdo que si compraban varios libros se los vendían. No está todo pero están Cuentos de un soñador y lo más clásico. Y luego hay una serie de cuentos de un personaje que es una especie de inspector que cuenta unas historias muy divertidas. Tiene una novela incluso española, Don Rodríguez. Era un escritor que vivió hasta los 90 años, cazador, golfista, tuvo una vida increíble y aparte era un Lord y tenía un castillo maravilloso.
– Para Lovecraft era uno de sus mentores, ¿verdad? No sé si se conectaron vía espistolar, pero sé que en su época formativa Lovecraft leyó a Lord Dunsany…
– De hecho, Lovecraft dice en un momento dado que "es el hombre que él le hubiera gustado ser". Yo la verdad lo descubrí por Lovecraft, que lo mencionaba en sus cartas. Cuando salieron en Siruela había una sola edición de Cuentos de un soñador que fue la que nos impidió sacarla nosotros pero que había salido por la Revista de Occidente, pero que ya no estaba vigente... era de los años cuarenta.
– ¿Ha de ser la editorial Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset en la década del veinte?
– Sí, es esa, era una editorial que luego los fondos se los ha quedado Aguilar... pero Aguilar nunca volvió a sacar este libro, no sé porqué, pero esa traducción es muy curiosa porque está hecha por alguien que no era español ni hispano. Yo creo que era un irlandés que sabía español, creo yo. Es muy curiosa la traducción pero bueno, Lord Dunsany no era conocido en España, cosa que no entiendo porque es un escritor bastante accesible.
– ¿Utilizaste para este libro tú técnica de traducción con música de fondo?
– Sí [risas]. Me cuesta mucho hacerlo, tío, porque tengo que buscar algo que le vaya, pero tengo mucha música...
– ¿Podemos ampliar para los lectores que no conocen esta técnica?
– Sí, yo es que siempre me ha gustado muchísimo la música. Siempre desde niño he estudiado con música. Pero yo también traduzco con música. En principio ponía discos pero luego me di cuenta que para entrar en situación una música u otra es distinta. Hay músicas incluso enlatadas ya para Conan Doyle, para Drácula pero a mí no me ha convencido. Entonces lo que hago es, pues, música clásica, jazz... como son cosas muy personales, a lo mejor como lo pienso así de verdad entro en situación, pero son elecciones mías...
– Es como estar inmerso en la obra que estás traduciendo…
– Con Lovecraft, como decía, lo que hice fue poner audios de sus relatos. Estar oyéndole, que es maravilloso oirle, es mejor oirle que leerle... Sin embargo, aquí en España no funcionó. Hace como veinte años Alfaguara intentó lanzar audios, incluso con autores leyendo sus propios textos y fue un fracaso absoluto. Ahora varias empresas extranjeras intentan lanzar el audio nuevamente en España. Yo creo que somos pocos afines al audio. La única esperanza mía es que en los coches con video se pongan audios. Yo, por ejemplo, recuerdo viajes hace muchos años oyendo a Boris Karloff o Christopher Lee recitando cuentos de Poe y eran maravillosos...
– Entonces ha de ser algo más apuntado al mercado anglosajón...
– Sin duda, en el mundo anglosajón de veinte o treinta años para atrás, los audios se usan mucho más. Aquí no sé... aquí el público es distinto, no sé hasta qué punto llegará a prosperar. Las empresas están muy ilusionadas con el audio y no sé hasta qué punto tendrá aplicación. Por otro lado, aquí se piratea mucho, supongo que Argentina también...
– Pff… es el Edén de los piratas…!
– Por ejemplo, los libros de Valdemar, están todos pirateados. Yo creo que todas mis traducciones están en Internet. Hace años, hace muchos años, descubrí que las traducciones de Lord Dunsany que hice para Siruela que no las tengo más que en papel, porque en esa época no existía en Internet, pues estaban todas en Internet... sin poner mi nombre ni poner que fueron de Siruela. Pero ahora ya ponen las editoriales y el nombre del traductor... en cuanto denuncias la página web, cambian la página web.
– Bueno, lo que no puede hacer la persona que se baja el relato de Internet no puede hacer es coger el libro con su mano y apoyar la yema de los dedos en el papel y pasar las páginas una a una...
– Ah, no, claro. Yo creo que el libro nunca desaparecerá porque siempre hay gente que le gusta hacer eso. Yo por ejemplo, uso el ordenador para algunas cosas pero no para leer. Yo tengo muchas cosas en digital pero es para buscar... en ese caso, tengo la tableta y unos pdf, ¿pero para leer...? Hombre, si alguna vez estoy enfermo y estoy en algún sitio, a lo mejor sí, pero no la uso para eso. Aquí pasa algo curioso. Hasta hace poco en el Metro veías a la gente con sus tabletas leyendo... pero ahora ya no, ahora están con el móvil entrando en páginas. Yo creo que el móvil ha sido un golpe duro a la lectura, más de lo que parece...
– Vamos con la última pregunta que tiene que ver con el futuro, que parece nos traerá obras de Henry James, ¿verdad?
– Sí, Henry James es otro de mis autores favoritos. Primero hice Otra vuelta de tuerca hace ya unos quince años, una traducción para Cátedra. Y después quería hacer todos los cuentos de fantasmas para Valdemar. Pero Valdemar me decía: "tienes que incluir Vuelta de tuerca". Como había hecho esta otra traducción para Cátedra, temía que no pudiera incluirla ahí, pero hablé con los directivos de Cátedra y me dijeron que sí, así que hice una selección de cuentos fantásticos incluido Vuelta de tuerca. Y luego, he traducido cuentos de Henry James en dos volúmenes para Cátedra, uno que ha salido, cuentos de escritores, y luego uno que estoy haciendo ahora sobre artistas, pintores sobre todo, algún escultor también...
– Bueno, ya estás aspirando a su narrativa completa…
– A mí lo que me hubiera gustado pero no he conseguido ninguna editorial que me lo financiara son los cuentos completos que son muchísimos. Los están sacando ahora una editorial en varios tomos pero, claro, yo ofrecí a algunas que conocía pero a las que yo ofrecí no les interesaba por el precio. Por ejemplo, otra cosa que yo siempre quería traducir pero nunca conseguí una editorial que se atreviera... o no que se "atreviera" sino que me diera las condiciones porque yo lo que no estoy dispuesto es a pasarme 15 horas al día traduciendo o a hacer una chapuza rápida. Entonces, yo quería hacer una traducción buena de Moby Dick pero que me dieran un año pero no, todas las editoriales lo quieren en dos o tres meses. Lo que hago ya desde hace muchos años son cosas que elijo yo y por supuesto que me dan el tiempo...
– Pff… esa es la manera ideal de trabajar… una utopía.
– Ahora hace poco, volví a contactar con Cátedra por el libro que estoy haciendo se va a retrasar por una cuestión de salud y cada vez puedo disponer menos tiempo pero me han dicho que sí, me dan el tiempo que quiera. Aparte que me gustan este tipo de libros, me dejan condiciones aceptables y con Valdemar igual, son amigos... porque si no, a mi edad me faltan horas para todo. Quiero leer más, ver más películas... a veces veo dos películas por día, y también tres, me gustan, antiguas y modernas. Y el tiempo, pues... aparte me gusta salir a la calle...
– Ha sido un lujo que nos dimos de conversar contigo, muchas gracias por tu tiempo, un gran abrazo de todos los lectores de Argentina.
– Un saludo muy afectuoso a todos los argentinos. Desde muy niño quería ir a Argentina y cuando pude viajar fue una maravilla. Cuando empecé a interesarme por la literatura fue con libros de traducción argentina. Hasta me aprendí las palabras distintas que tenéis... e incluso hubo una época en que tomaba mate, tenía mi bombilla y todo. Argentina para mi era la fascinación y después de muchos años conseguí ir y la acogida que recibí allá fue maravillosa...
El audio de esta entrevista se emitió en el programa "Cineficción Radio" (24/11/2019), conducido por Chucho Fernández y Darío Lavia, todos los domingos de 20 a 22 hs por Baires City Radio.