Terror Universal
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Seccion: Biografías (Lecturas: 12991)
Fecha de publicación: Julio de 2002

Emilio Vieyra, el Precursor

El cine argentino tiene en Emilio Vieyra a un verdadero precursor que durante casi un lustro, se dio el lujo de rodar películas al estilo American International Pictures, dotando a su cine de elementos exploitation, sangre, temas espinosos como drogas, travestis, sexo y comunismo.

Darío Lavia



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Publicado en el fanzin 2000 Maníacos

Supongamos que Ud. es aficionado al cine fantástico y que ya ha visto todo en cuanto a cine norteamericano se refiere (esto significa que no solo ha visto los clásicos de Universal y los terrores de Don Dohler sino que también ha descubierto las películas de las hermanas siamesas Hilton, por ejemplo) y que conoce o vio los principales tesoros del cine británico (tanto las películas de la Hammer y Amicus como los clásicos olvidados de Tod Slaughter). Supongamos que Ud. ha visto la mayoría de las películas del ciclo del "fantaterror" español y que ha hecho lo propio con el cine terrorífico italiano. También, por añadidura, ha explorado aquellas películas alemanas y japonesas que pueden incluirse en este género. También ha revisado títulos mexicanos (no solo del Santo, sino también los títulos vampíricos de Germán Robles) y ha experimentado con el mundo de Ze do Caixao, llegando en su búsqueda de cine fantástico a la Argentina. Allí se ha encontrado con algunos títulos insoslayables, como OBRAS MAESTRAS DEL TERROR (1960) o SI MUERO ANTES DE DESPERTAR (1952). Es muy probable que Ud. se haya enfrentado en esta búsqueda a una pentalogía única en el cine argentino, una serie de películas extrañas, bizarras, descartadas por la crítica formal, no convenientemente difundidas en su país, producidas a la manera hollywoodense y filmadas una tras otra por el mismo director: Emilio Vieyra.

Emilio Vieyra había filmado algunas películas bastante curiosas antes de esta serie fantástica. Hablamos de DETRÁS DE LA MENTIRA (1961), película policial que fue uno de los primeros filmes anticomunistas argentinos. Más tarde con TESTIGO PARA UN CRIMEN (1963) Vieyra realizó el primer filme argentino con un transformista en el reparto. Se trataba de Michelle, un travesti famoso en los EE.UU. que fue contratado especialmente para la película.

Pero la serie que nos ocupa comenzó con EXTRAÑA INVASIÓN (1965). Vieyra ya tenía contactos en los Estados Unidos, que habían posibilitado la difusión de DETRÁS DE LA MENTIRA bajo el título muy exploitation de VIOLATED LOVE. Así que un productor norteamericano tuvo la idea de llevar a cabo la filmación de una película fantástica en la Argentina con el objetivo de abaratar costos. EXTRAÑA INVASIÓN (o STAY TUNED FOR TERROR), rodada en la localidad de El Palomar, Buenos Aires, tenía una trama bastante original, no solo para el cine argentino sino para el norteamericano. Un día los televisores de una ciudad se pueblan de unas extrañas rayas que captan la atención enfermiza de niños y ancianos. Las personas que miran este fenómeno se hacen adictos a las rayas y el misterio lo investiga un experto de Washington (Richard Conte, actor importado del cine yanqui) y una doctora (Ann Strassberg, actriz de misma procedencia). La resolución, a la par de ingenua, es interesante del punto de vista de la ciencia ficción (no es una explicación sobrenatural sino todo lo contrario) y conlleva escenas notables (especialmente el descontrol que surge en la ciudad que se ve atacada por hordas de niños enfurecidos porque los han dejado sin TV). La película pasó directamente al mercado norteamericano (en Argentina se estrenó recién en 1973), y dejó el contacto para la filmación de películas eróticas dirigidas al público hispano de los Estados Unidos.

Vieyra, que tenía un especial gusto por el cine negro, decidió incluir los elementos eróticos que requería el productor en películas negras y macabras, siendo su siguiente filme PLACER SANGRIENTO (1965), un psycho-thriller rodado con muy bajo presupuesto durante diez días en Punta Ballena, Uruguay. La trama gira sobre un asesino serial que se sumerge en el submundo de la noche psicodélica para eliminar sus víctimas a través de dosis letales de drogas pesadas (el tema de las drogas no solo no era muy visitado en el cine argentino sino que ni el público en general tenía mucho conocimiento del tema). En los Estados Unidos la película se vendió bien, hasta el punto que un distribuidor se hizo con una copia y la dobló al inglés, estrenándola con el título también muy exploitation de DEADLY ORGAN.

Vamos ahora con LA VENGANZA DEL SEXO (1966), filme rodado en dos semanas con ajustado presupuesto que narra la aventura de un detective (Ricardo Bauleo, uno de los actores fetiche de Vieyra, que estaba presente en el reparto de PLACER SANGRIENTO) y su investigación sobre las actividades criminales del Dr. Zoide (Aldo Barbero) que conversa con un cerebro que está en un pote y que lleva a cabo bizarros experimentos sexuales con parejas a las que obligaba a tener relaciones íntimas "a distancia". De hacer un listado de las diez películas más extrañas del cine argentino, esta podría estar en la lista sin duda alguna. Estrenada con éxito en los barrios latinos de Estados Unidos, fue doblada al inglés y se vio como CURIOUS DR. HUMP, que incluía el agregado de escenas de sexo y lesbianismo para atraer al público interesado en tales detalles. Es importante señalar que Vieyra no vio un centavo de dólar por estas versiones al inglés de sus películas, sin embargo muchos años después fueron estas versiones que posibilitaron la difusión y la admiración de Frank Henenlotter, director de BASKET CASE.

Al año siguiente Vieyra contratacó con un nuevo psychothriller, LA BESTIA DESNUDA (1967), decididamente la película más psicodélica de la cinematografía de su país. Similar a PLACER SANGRIENTO, en esta película tenemos un asesino enmascarado que acecha al elenco de un teatro de revistas, y que elimina una por una a las coristas. Los sopechosos son varios y un detective (Aldo Barbero) tiene que esclarecer el caso antes que su novia sea la próxima víctima. Los méritos de la película residen sin embargo en la secuencia del "happening", una jarana en la que participan todos los personajes de la película. Por aquella época, recuerda Vieyra, se hablaba del happening, pero nadie sabía como era uno. Así que la película muestra escenas lésbicas, gay, chicas saltando semidesnudas, travestis, efusividades propias de personas alcoholizadas o drogadas y otras delicias. Y por sobre todo está la "Canción del Happening", entonada por Rolo Puente y Osvaldo Pacheco. Puente también entona el bolero sadomasoquista "Castígame", que es otra de las perlas de la cinta.

Durante el mismo año Vieyra perpetró la que sería la primera película sobre vampiros filmada en Argentina. Se trata de SANGRE DE VÍRGENES (1967), que se conoció en los Estados como BLOOD OF THE VIRGINS y RED HORROR. Es interesante conocer el hecho que no solo los títulos se cambiaban al inglés, los nombres de los actores protagónicos también. Así Rolo Puente fue Roland Bridges, Ricardo Bauleo fue Richard Baulex, etc. SANGRE DE VÍRGENES estaba protagonizada por Bauleo, Puente y las bellas Susana Beltrán y Gloria Prat y narraba la historia de unos jóvenes que están de viaje y se quedan sin combustible, teniendo que guardarse de la noche en una vieja casa abandonada sobre la que una leyenda dice que está habitada por vampiros. Aquellos que vieron EL CONDE DRÁCULA (1970) de Jesús Franco y que notaron que los lobos que van persiguiendo a la carroza son en realidad perros y pensaron que eso era bizarro, tienen que ver SANGRE DE VÍRGENES, donde los murciélagos vampiros son en realidad gaviotas filmadas con un filtro rojo.

Vieyra concluye así su pentalogía fantástica, pero continúa adelante con películas destacables, de diversos géneros. Con QUIERO LLENARME DE TÍ (1968) inicia su serie de películas con el cantante Sandro, a la que seguirían LA VIDA CONTINÚA (1969) y GITANO (1969). Con LOS MOCHILEROS (1970) lleva a cabo una de sus películas más exitosas y cinematográficamente más pobres. Es con LA GRAN AVENTURA (1973) que da el puntapié inicial para la saga de "Los Superagentes" (Víctor Bo, Ricardo Bauleo y Julio de Grazia), quienes serían los "James Bond" argentinos. Poco después filma el primer spaghetti-western argentino: LOS IRROMPIBLES (1975)... En definitiva, el cine argentino tiene en Emilio Vieyra a un verdadero precursor que durante casi un lustro, se dio el lujo de rodar películas al estilo American International Pictures (tanto en modo de filmación como en resultados cinematográficos), dotando a su cine de elementos exploitation, sangre, temas espinosos como drogas, travestis, sexo, comunismo y recursos originales que serían rescatados tiempo después en, por ejemplo, el cine de David Cronenberg, y que se convertirían en películas de culto durante los años '90.