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CINE BRAILLE

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Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia

CINE BRAILLE 2025: SITUACIÓN DE ESTUPEFACIENTES, DE ROCK, FÚTBOL, SALA DE ENSAYO

 

MÁS PULP Este comentario del álbum More de Pulp se pudo haber titulado como uno de sus viejos temas, Help the aged ("ayuda a los envejecidos") sólo que ¡lo viejo funciona! Porque la banda volvió con su primer trabajo con nuevo material desde ¡2001!, también primero desde la muerte del bajista de su formación clásica, Steve Mackey, pero esa tremenda solución de continuidad de casi un cuarto de siglo no se nota: Pulp se postula a la consideración general con una colección de canciones que no desentonarían en sus álbumes más aclamados, dotada de las melodías pegadizas y las letras perspicaces y cáusticas de costumbre.
Dado que los integrantes de la banda son ahora sexagenarios, no extraña que las agudas observaciones de la vida cotidiana que caracterizan a las composiciones de Jarvis Cocker apunten muy frecuentemente en More a la conciencia de estar en el ocaso de la vida, a a manera en que la edad cambia la perspectiva del pasado y al reconocimiento de la mortalidad, temática común a obras recientes de rockeros ya ancianos como el Indio Solari o Peter Gabriel. Pero tratándose de Cocker, de esa voz que es Pulp y que si fuera la de Los Palmeras o Megadeth los convertiría instantáneamente en Pulp también, siempre hay humor y un rechazo a la autocomplacencia como a la peste. En Grown ups no acepta la cantidad de capitulaciones que se entienden generalmente por madurez, y lamenta el apuro por ser adulto de los jóvenes como el que fue, porque "sé que todo se trata del viaje / No del destino final, pero ¿qué pasa si te mareas / antes de salir de la estación?". My sex oscila entre la música de películas porno de los años setenta y las canciones más lujuriosas de Serge Gainsbourg para decantarse, pareciera, por la picaresca del venerable El Show de Benny Hill: "apurate porque a mi sexo se le acaba el tiempo". Tina podría haber sido parte de cualquier álbum previo de Pulp: su letra es el monólogo interior de un enamorado incapaz de revelarse a su amada, sólo que el paso del tiempo hace ver su situación aún más patética.
El tema de apertura, Spike Island es un hit bailable en el que el narrador parece ser de veras Cocker: el artista que, tras tomarse "un respiro", anuncia a los cuatro vientos que está de vuelta porque "nací para esto". Pero la referencia del título y el estribillo a una famosa y no muy bien recordada presentación de Stone Roses en 1990 invita a pensar que el compositor es también capaz de tener una mirada irónica sobre su propia proclama. El video es una genialidad: una parodia brillante al empleo de IA, y una manera también de demostrar que en este regreso Pulp se sigue sintiendo, como siempre, parte de la vida contemporánea. El otro hit bailable, Got to have love, es un tema disco que no hubiera desentonado en el repertorio de Donna Summer allá por 1978, en el que se advierte que el amor es "la única cosa que podría salvarte", así que es hora de "despertarse y enfrentar las consecuencias", porque "sin amor es como masturbarse adentro de otra persona". No será la única vez que el amor sea tema de una canción de More, en especial el amor en la edad madura.
El groove funky de Slow jam sirve de base musical a una letra que explora el final de una pareja, con amplio uso de referencias cristianas cuidadosamente escogidas para incomodar. Una frase brillante como "pasás de ser todo lo que podías ser a ser todo lo que una vez fuiste" tiene destino de referencia de uso masivo, y no sólo para enamorados que ya no pueden ser lo que eran. Background noise es una balada del día después de la ruptura de una pareja de muchos años, con la amarga constatación de que al amor que diste tan por seguro y descontado tanto tiempo "sólo lo notas cuando desaparece". Entre las mejores canciones de todo el repertorio de la banda estará siempre Farmers market, extraordinaria balada valseada acerca de volver a encontrar el amor en medio de la vida, un nuevo triunfo de la esperanza por sobre la experiencia, con versos maravillosos como "pensamos que solo estábamos bromeando, probando los sueños para ver si nos quedaban bien / Nunca nos dimos cuenta de que estaríamos atrapados con ellos / Por el resto de nuestras vidas naturales".
Partial eclipse es un ejercicio de folk psicodélico melancólico que no hubiera desentonado en Space Oddity de David Bowie, tanto que por momentos hasta tiene un aire al tema epónimo. The Hymn of the North, con la participación de Chilly Gonzales, es una balada orquestada, a la Scott Walker, en la que el narrador sí parece ser el propio Jarvis Cocker, dándole consejos de vida a su hijo como hombre maduro del norte de Inglaterra. Cierra la obra A sunset, perfecta canción para escuchar en un automóvil perdiéndose en el atardecer en una ruta solitaria. Hay sarcasmos que podían sonar a hipérbole cuando la banda era joven pero hoy no extrañarían como parte del discurso de un megamillonario o un mandatario, de lo normalizado que está el capitalismo predatorio en esta época desquiciada: "'sí, es una puesta de sol', dijo alguien / pero ahora han encontrado una manera de cobrárnosla", o "la primera regla de la economía: / las personas infelices gastan más". Tras afirmar que "me gustaría enseñarle al mundo a cantar / pero el mundo se quedó sin voz" la ironía de la letra termina dejando pasar un lamento existencial: "me gustaría comprarle al mundo algo de tiempo / Algo de tiempo, algo de tiempo / Y una elección". A quienes vieron en el Britpop un duelo Blur-Oasis: ¿cómo hicieron para que se les escapara nada menos que Pulp? [02-07-25]