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* * * * * * * * * CINE BRAILLE * * * * * * * * *
* * * * * Tres o cuatro mamarrachos con los que yo estoy mejor * * * * *

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¿Y, DOÑA EDITH, CUÁNTO HIZO MARADONA ANOCHE?

En estos últimos meses se ha producido el extraño fenómeno de que la gente común ha empezado a interesarse por el rating. En el tono en el que antes se preguntaba cómo terminaron San Lorenzo y Estudiantes, los taxistas, en la parada, preguntan si la noche del lunes la ganó Tinelli, Maradona, o la película de TELEFE. ¿Estamos todos locos?

Hace no muchos años (¿meses?) las vecinas, en la cola para que el carnicero les pique medio kilo de carne, solían conversar sobre el escaso celo que la municipalidad ponía en el rellenado de los baches, o la agitada vida sexual de las bataclanas, o el desarrollo de la telenovela colombiana de las tres de la tarde. En este tiempo se ha extendido una nueva moda que tiene todas la características de una plaga: es masiva, dañina, y se expande con rapidez. Entre los peores legados de este 2005 que ya está a medio irse, sugiero incluir el debate público sobre el rating de la TV.

No hace tanto, el comentario de las mañanas en la oficina pasaba por las supuestas gracias de las cámaras ocultas de Videomatch. Si ello no resultaba demasiado estimulante, este año eso ha cambiado para peor: ahora se espera que los portales de los diarios (¿para esto queríamos la banda ancha?) anuncien si el Diego le ganó a los nenitos de Tinelli. Que "La noche del Diez" haya hecho 20 puntos habilita a comenzar debates del tipo "¿viste que yo te dije que a la larga se iba a caer?".

La culpa de esto tal vez no la tenga la TV, sino la radio. Las mediciones de audiencia de una noche suelen estar disponibles hacia las 10 u 11 de la mañana del día siguiente; buena parte de las radios pertenecen a los mismo dueños que los canales (Radio 10 - Canal 9, Radio Mitre - Canal 13, Del Plata - Tinelli). Pasadas las nueve, cuando los matutinos comienzan a perder actualidad ¿qué mejor que quedar bien con los patrones?

Voy a tratar de decirlo con todas las letras: ¿qué mierda nos importa? Si a mí me gusta un programa, me chupa un huevo y tres cuartos del otro si lo ven millones o lo veo yo solo con mi alma. ¿En qué nos afecta si Susana Giménez pierde con la primera media hora de Videomatch, o lo que fuere? ¿No hay suficientes temas boludos para llenar el tiempo hablando que tenemos que recurrir al rating? ¿No alcanza con el fútbol? Al menos hay simpatizantes de Boca o River o Almagro o San Martín de Mendoza. ¿Pero quién forma parte de la hinchada del programa de Nicolás Repetto? ¿Para esto queríamos la TV por cable o la TV satelital?

¿Estamos todos locos?

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