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José Luis Cristaldo Bustamante Dracula has risen from the grave (1968) La siguiente aparición del Conde fue en DRACULA HAS RISEN FROM THE GRAVE (Drácula Vuelve de la Tumba) en 1968. Ya desde la presentación pro-psicodélica se nos anuncia la presencia de Michael Ripper, un viejo conocido de la casa, que en el film es dueño de una panadería, pero que en realidad es una pulpería donde todo está en venta, hasta la pulposa moza. La historia comienza en el pueblo del valle cercano al castillo del Conde. Allí, vemos que al Conde le importa muy poco si lo invitan a pasar o no, sea a un garito o a una iglesia, porque él entra igual y se sirve a gusto y piacere. Nótese que en esta ocasión, Drácula se alimenta de modo desprolijo, y en lo que tal vez fue un infantil arranque de culpa o producto de un extraño sentido del humor (peor que el de vuestro interlocutor), se le da por esconder las sobras dentro de la campana. Cabe añadir que el alfeizar de la campana reaparecerá en la película CAPTAIN KRONOS (Kronos-1974). La escena donde el obispo Muller va a exorcizar el castillo guarda cierto paralelismo con lo que recientemente se llevó a cabo en un presunto baluarte de Drácula real, a pesar de que en este último caso se contentaron con canturrear y salpicar agua desde 300 metros. Curas eran los de antes... Pues bien, mientras uno purifica el recinto, otro sacerdote pela la petaca y se toma unos tragos, con tan mala fortuna que se dobla y va a caer rodando ladera abajó sobre el hielo que rodea a Drácula desde hace un año. Mientras, el otro cura sigue con la estentórea diátriba, logrando efectos dignos de Saruman... Acto seguido, y saboreándose un Bloody Mary, el Conde se levanta, dando fundamento a la película, mostrando sus inefables ojillos con conjuntivitis crónica. Hipnotizado, el sacerdote con problemas de bebida se torna su sirviente, y su primera tarea, dado que el castillo fue clausurado, es conseguir al voivoda un lugar donde dormir. Para ello, no guarda escrúpulos en desalojar a Gizela Seinz (quien murió joven). Aprovecho para resaltar la escena donde los estudiantes están en el bar bebiendo y de juerga. Vaya una plegaria por los jóvenes que vienen a las ciudades a estudiar y, libres de control paternal, cambian las horas nocturnas de estudio, debiendo volver irremediablemente a sus hogares al dejar pasar la oportunidad. Resulta encantadora toda escena donde Veronica Carlson recorrre los tejados de las abigarradas casas, demostrando que andar por los techos no es patrimonio exclusivo de Cheng Pei Pei o Zhang Zhiyi. Despechada por la intervención legítima de María, Zena se va caminandoa casa, y en el sendero vemos depplegarse la estrategia de caza de Drácula, cuando el siervo guía a Zena persiguiéndola, para dejarla justo frente al Conde. Una vez más, el Conde, con los ojillos rojillos, satisface su apetito voráz. Claro está que la muchacha tenía pretensiones de exclusividad, pero ya aprendimos que el Conde no se rige bajo la monogamia. Por eso, ante las infulas de la fulana, el Conde la deja seca, lista para ser quemada. Y nuestra tesis de que a Drácula no le importa si hay invitación, se ve confirmada cuando se mete en el dormitorio de María - si recordamos DRACULA (1958)... se puede colegir que había sido invitado por Lucy, pues aguarda ansiosa al dejar la ventana abierta. Luego de romper una laja a los cabezazos, el obispo le pasará la posta a ... un ateo!!! Por suerte el muchacho sabe manejarse con los libros (otro mensaje de que los chicos buenos se valen de textos). Acto seguido, comienza a colocar crucifijos de modo ritual y a dejar todo pasado por ajo ( no puedo evitar acordarme la penosa escena similar de FRIGHT NIGHT). El sacerdote con problemilla de bebida será quien lo lleve ante Drácula, para mostrarnos por primera vez cómo Drácula es ensartado por la vieja estaca, pero (elemento novedoso) esto no funciona porque no se ha rezado. La cosa es que Drácula se escapa y rapta a María, en la hermosa escena de los tejados brumosos, donde el technicolor supera a la naturaleza. Y si bien el Conde se lleva a María, es para que, aún como humana, retire la cruz, ya que el sacerdote desertó. ¿No cae la cruz con la punta siempre hacia arriba? Lo que sigue: forcejeo, el vampiro se ensarta en la cruz, lo que hace que cualquier peridural en la columna parezca una caricia. El sacerdote esclavizado reza, Drácula se desintegra sobre la cruz, y el sacerdote se desvanece. Taste the blood of Dracula (1969) Y ahora vamos con TASTE THE BLOOD OF DRACULA (Prueba la Sangre de Drácula-1969). Desaforunadamente, el buen Weller (Roy Kinnear) tuvo la mala fortuna de ser abandonado en estos parajes justo al momento de la disolución del Conde, y, con mercantilista y británica habilidad, halló forma de sacarle provecho a la chance. Pues en su accidentado paseo por el bosque (con porrazos dignos de un extra hongkonés) fue a dar con los restos del Conde, a saber: la capa, el anillo y... en caso de que alguien no sabe quien es el señor con conjuntivitis que se clavó una cruz en la columna y se desintegró (casi como lo haría Obi Wan Kenobi ocho años despues, pues el Conde Dooku jedi al final es...!), tenemos un nuevo cambalache con el nombre del portador en él. Como trivia, nótese que en el prostíbulo adonde acuden regularmente los rectos señores victorianos, vemos a Maddie Smith, de quien hablaremos cuando llegue el turno de THE VAMPIRE LOVERS. En el referido prostíbulo es donde los señores consumidores de proto-Viagra conocen a Lord Courtley -personificado por Ralph Bates (a quien volveremos a ver en LUST FOR A VAMPIRE)-. Pues bien, Courtley es quien, bajo promesas de extasis, persuade al "Trío Fiestita" de comprar los iconos de Drácula a Weller. Entonces los cuatro se apersonan en la tienda, comprando la sangre y el kit para disfrazarse de Drácula (o pensaban que los disfraces son invento actual). Acto seguido se reunen a medianoche en la capilla gótica de Courtley, y allí celebran la ceremonia de magia negra. El joven se corta la mano, vierte su sangre sobre el polvo de Drácula, éste borbotea rebalzando los calices, y cuando el rebelde aristócrata bebe esta suerte de Vinum Sabbati -lejos de experimentar placer-, comienza a asfixiarse (añádase que además el señor Paxton lo punza con el bastón estoque).
Luego, digna del año '69, viene la toma de la capilla desierta, con el cadáver en el suelo. Se produce un uso y abuso del zoom-in, zoom-out, rítmicamente, sobre el cuerpo. El viento, sobrenaturalmente, arroja polvo sobre los restos inertes, hasta cubrirlos. Precisamente, bajo esa cubierta la sangre revivida obra la mutación del cuerpo de Ralph Bates al de Christopher Lee. Y si cabía la posibilidad de hilación lógica hasta aquí, la coherencia se quiebra cuando Drácula anuncia que se vengará de quienes destruyeron a su siervo! Si él mismo, por listo, se hizo eso!!! En fin... Para lograr sus fines, el Conde vuelve a valerse de los débiles mentales. Es así que tras levantarse de una tumba ajena (viejo hábito, no?), subyuga a la lozana Hayden para que ejecute a su propio padre a golpes de pala. Infructuosamente el buen Michael Ripper intentará descubrir cómo sucedió este hecho. La siguiente esclava de Drácula será la hermana del joven Paxton, que ríe con risa vacía y desquiciada (tal vez tuvo un problema hereditario por los vicios del padre). Y quien ahora caerá será su progenitor, quien un momento atrás la defendiera a los tiros, emulando a Yul Brynner. Y será el ultimo del Trío quien redacte la nota luminosa que pone al tanto al héroe acerca de la situación y de cómo debe obrarse. Mientras, Drácula mueve su dama por el tablero, y cambia peón por alfil, logrando que el hijo del erúdito apuñale a este último con un yatagán. Creyendo su tarea concluída, Drácula comienza a eliminara a sus esclavas, mas el canto del gallo lo interrumpe. Inevitablemente se retira a dormir, mientras el joven Paxton pasa el día buscándolo, motivado además por el hallazgo de su hermana Lucy. Llega a la cripta y se dedica a redecorarle, por así decirlo, el dormitorio a Drácula. Al despertar, el Conde no toma a bien la intrusión, especialmente por el hecho de que lo persiguen con una cruz incandescente. Y si bien podría haberse valido de Alice, pierde su favor al despreciarla. En su huída, va a parar frente al vitral sacro, y esto ocasiona que caiga sobre el altar re-consagrado, desintegrándose nuevamente. Scars of Dracula (1970) En SCARS OF DRACULA (Las Cicatrices de Drácula), sólo podemos conjeturar el modo en que se engancha con la historia anterior. Tal vez los propietarios de la cripta de Courtley sacaron las cenizas de la misma y las llevaron hasta el lugar del castillo donde el murciélago luego acude. Si así fue, sólo cabe suponer que lo hicieron y tapiaron el acceso a la habitación, para que nadie lo trajera de vuelta. Como sea, el animalito regurgita sangre, obrando la vieja magia de reconstituir físicamente al Conde. Naturalmente, el mismo se levanta de malhumor y con airadas pretensiones de vengarse. Y con apetito, por cierto. Nuevamente en la región comienzan a aparecer campesinas suculentamente desangradas. Llegadas las cosas a este punto, la turba embravecida rumbea hacia el castillo, en procura de reivindicaciones. El delegado se aproxima, y el nuevo mayordomo de Drácula, Klove (Patrick Thoughton), cuyo nombre parece venir con la designación, cae en el viejo truco de "mirá lo que tengo para vos". Así, la multitud se introduce en el patio principal y prende fuego al castillo. Segun los rumores, Drácula inició juicio por daños, pero la defensa alegó que se debió a una bomba de estruendo, y el juez falló culpa con representación. Es curioso que cuando el incendio se desata, el murciélago acude a intentar advertir al Conde (creo que durante todo el film el siervo más útil de Drácula es este bichito). Del fuego, sólo se salva porque las llamas no podían alcanzarlo dado que la su cripta estaba sellada. Como sea, el murciélago llamó a sus amigos y en pleno delirio vindicativo dejó sin mujeres al pueblo. Dicho sea de paso, este film marcá el comienzo de la ruta sexual por la que la Hammer intentó atraer más audiencia. Tiempo despues, un "... over-sexed young puppie..." cae en un carruaje que lo lleva a la cercanía del castillo. Primero da con una taberna, de la cual Michael Ripper lo expulsa. Así, sigue su paseo y se encarama al carro del Conde, usado en ese momento por Klove, que cazó liebre para la cena. Al cabo de un rato, el joven Paul se apea en las ruinas del castillo, y explorando se asoma a las escarpas de profundidad abismal. Con la neblina apoya mal el pie y se tuerce el tobillo, admitiendo así la asistencia de la misteriosa dama de rojo. Ésta lo invita a pasar al Castillo y Drácula le proporciona una habitación. ¡Que Conde hospitalario!, ¿no? Luego, satisface sus apetitos en la mujer, Tania. Y es en la mezcla de dolor y placer donde vemos fuertemente marcada la índole del yugo del vampiro, de tan claras connotaciones sexuales. El colmillo representaría el falo, y la combinación de dolor y placer para la víctima asigna su rol como sujeto pasivo. Pero claro, cansada de las sutilezas de vampiro, nuestra buena Tania se mete en la cama presa de oscuras urgencias, dejando de lado todo decoro al efectuar su reclamo. Mas, vampira al fin, se le antoja un sorbito antes de dormirse, y cuando está por hincar el diente Drácula interviene, tal vez celoso, y la extermina a puñaladas!!! Al recobrar el conocimiento, Paul se descuelga por la ventana, yendo a parar a la cripta del Vampiro, consiguiendo que el Conde lo ensarte en el muro. Se acabó la hospitalidad. Bien. ¿Cabe duda de que esto no es Canemberg? Y cuando el azar del género lleva al hermano de Paul, Simon, a inquirir por su hermano en el castillo, Drácula se muestra por demás diligente en hacerles conocer su hospitalidad. ¿Se imaginan a Santiago Segura haciendo ese rol hoy en día? Y esta vez es tan lindo el carocito huesped, que el mayordomo se le insubordina. Así las cosas, parece que Drácula intenta luego envenenar a la parejita, dado que no pudo morder a Sarah por estar protegida por el crucifijo. Pero el plan es truncado por Klove, quien advierte a Simon, por lo que se lleva a Sarah al pueblo. Sin obtener ayuda de los parroquianos, sólo les queda confiar en el sacerdote para volver a enfrentarse a Drácula. El clérigo los alecciona sobre el poder de Drácula para influir sobre las criaturas de débil voluntad (porque es un jedi, señores!!!). Mientras tanto, Klove se congracia con su amo llevándole a la moza del pueblo. Por otra parte, caro paga el asesorar nuestro párroco, cuando lo visita el murciélago (a esta altura, el bicho se robó la película). Al mismo tiempo, en la cripta de Drácula se ha introducido Simon y está por asestar el golpe mortal a Drácula, pero éste le lanza una mirada de basilisco (bueno, lo mejor que pudieron hacer para recrear este elemento de la novela original) y Simon se desmaya. Mientras, Sarah huye del pueblo y vuelve al castillo, sólo para ser arrinconada por el Conde, de lo que la salva la mala idea del Conde de sostener una barra de hierro bajo cielo tormentoso. Todo culmina cuando el Conde recibe un relámpago que prende fuego sus ropas, por lo que su cuerpo en combustión cae al abismo.
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